A un proceso de regulación en la fabricación, importación, exportación, comercialización, distribución, publicidad y uso serán sometidos los cigarrillos electrónicos por parte del Ministerio del Poder Popular de la Salud.

Nancy Porras

Estos dispositivos también denominados “vapers” cumplen la función de la administración electrónica de nicotina o sin ella a través de un dispositivo constituido por: un cartucho o depósito, un elemento calentador (vaporizador), una fuente de energía y una boquilla a través de la cual se liberan dosis de vapor que permite a los fumadores tener nicotina mediante la inhalación, sin humo.

Estos cigarrillos electrónicos contienen nicotina, adictiva y tóxica para el feto en el caso de las embarazadas. La exposición a la nicotina perjudica el cerebro de los adolescentes y también de los adultos cuyas edades están entre 20 y 25 años.

Argumenta el Ministerio de Educación que el aerosol de los cigarrillos electrónicos puede contener sustancias químicas dañinas para los pulmones, además el uso de este producto en los jóvenes está asociado al consumo de otras sustancias.

La fatiga, náuseas, vómitos, tos, fiebre, disnea indican que se debe dejar el vaper y consultar al neumonólogo, pues pueden estarse presentando daños respiratorios por la inflamación del tejido pulmonar; cardiovasculares, por los cambios de la circulación sanguínea que pueden causar arterioesclerosis e infartos al corazón.

La Gaceta Oficial 42.641 contempla que está prohibida la venta de estos dispositivos a personas menores de 18 años y deben utilizarse textos, mensajes, en los empaques, que adviertan de los daños que produce esta adicción.

Para la fabricación, venta y distribución, los comercios deben cumplir una serie de requisitos y además queda prohibido del uso de estos dispositivos en áreas del trabajo y espacios públicos, incluido el transporte público.