Denuncian contaminación sónica en Cordero
5 de mayo de 2024
Carlos Orozco Carrero
Deben estar contentos los nativos de India por llevar una nave terrícola a la luna. Cuentan los científicos herederos de las glorias de Ghandi que en el polo sur de nuestro satélite natural no hay vida. También se sospecha que hay muy poco alimento en los platos de los hogares de los indios en este planeta tan sufrido. Bueno, respetando religiones, podemos decir que estos amigos están a punto de enviar a sus vacas sagradas hasta el espacio exterior para guardarlas allá y buscarlas cuando venga la hambruna colectiva para todos, cariños.
Lobatera no se puede quedar por fuera en la celebración de una de las ferias y fiestas más antiguas de nuestro país. Tierra de alegría permanente y de habitantes enamorados de la música como bálsamo para cantantes y compositores y dar realce a este bucólico pueblo. Edgar Contreras, Jesús Antonio, Juan Cordero, Antonio María, Oswaldo Ramírez y el flaco Parra tendrán que amenizar una conversa sabrosa en la plaza Bolívar para esperar a sus hijos y soltar unos valses, boleros y pasajes que arranquen recuerdos hermosos de esta población con tanta historia de la buena, señores.
Se habla de proyectos turísticos en los medios de comunicación otra vez. Y les digo, cariños. No hay una tierra tan hermosa y con tanta fuerza a la hora de ofrecer servicios y naturaleza esplendorosa para los que intentan encontrar tranquilidad vacacional que el terruño donde nací. Uribante hace parte del lugar más interesante a la hora de escoger un sitio con tantas bondades para el esparcimiento familiar. Apenas falta el empujoncito oficial para dejar esas carreteras pepitas y esperar a miles de turistas que se sorprenderán ante tanta belleza junta. Se los digo, señores.
Extraordinaria la edición 27 de la carrera de burros en la población de Tovar. Multitudes aplauden a los pretenciosos jumentos en sus diferentes categorías. Es sorprendente verlos al agarrar las curvas en las esquinas del pueblo del Mocotíes enferiado. Vinieron de Pregonero y Guaraque a apoyar a sus veloces representantes. Eliminaron el uso desproporcionado de las garrochas y empezó el galope de los asnos. Lo que no me gustó fue la pregunta de Amado Castro: – ¿Vas a participar, carretico?
El muchacho nunca había visto una silla metálica de las que tenían en las oficinas públicas y las funerarias y que pasaron de moda ante la presencia de las sillas de plástico. En su casa todo era de madera original. Horcones, techos, silletas de cuero, muebles de tablita y puertas de amplio grosor, altor y largor. Por eso se quedó quieto cuando le ofrecieron una silla plegable de metal para que descansara y pudiera quedarse más tiempo en el velorio de Pablo peinilla. Sus amigos pensaron que estaba triste por la partida del amigo solidario de siempre. Otros que lo veían absorto con los dedos entrecruzados lo dejaron tranquilo en sus oraciones. Un toquecito en su espalda lo regresó a la realidad del velorio donde estaba. –Pase para la cocina, caballero. Ni el plato de peltre con sus porciones de carne mermada, arroz y yuca sin venas le quitaron la idea que lo torturaba desde que entró a esa casa. Creo que se quedó pensando toda la noche cuando desplegaron la silla que estaba recostada a la pared de la sala donde descansaba el difunto. Buej…
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