Una discreta jornada electoral con escasa participación caracterizó al municipio Junín
Norma Pérez
Texto y fotos
Un domingo como muchos otros aun cuando se cumplía una jornada electoral, transcurrió en el municipio Junín. Desde muy temprano, la gente acudió a misa. A la par, los centros electorales abrieron sus puertas con todo dispuesto para recibir a los votantes.
El clima soleado acompañó las primeras horas de la mañana, hasta el mediodía. El buen tiempo permitió a los rubienses salir a hacer sus compras, pues el comercio permaneció abierto, así como el mercado municipal y las ventas informales.
También, hubo espacio para ir a caminar o hacer deporte. Muchos en sus casas, esperaban que se restituyera el servicio de agua potable.

En los centros de votación, funcionarios del Plan República custodiaban las entradas, pero los electores escaseaban. Algunos se acercaban a revisar las listas, para después pasar a la mesa respectiva. No hubo bullicio ni aglomeraciones.
Tampoco filas ni esperas interminables. Quienes ingresaban lo hacían de manera directa y demoraban pocos minutos para salir. Comentaban que el proceso era rápido y sin contratiempos. En la mayoría de las instituciones habilitadas el acceso era libre; pero hubo otras donde se cerraron las cuadras y calles aledañas.
En Junín, de acuerdo a las cifras del Consejo Nacional Electoral, correspondientes a julio de 2024, hay un padrón electoral de 59 mil 901 votantes, distribuidos en 38 centros que incluyen las parroquias Rubio, Bramón y Quinimarí.
En la tarde, el cielo se nubló y hubo un amago de lluvia. Las principales avenidas de la Ciudad Pontálida lucían vacías. A las cinco, como estaba previsto, finalizó el proceso de votación. De esa manera, Rubio conservó su cotidianidad.