Detienen a tres personas por extraer arena para llevar a Colombia
18 de abril de 2024
Racionamientos de electricidad y carencia del gas, forman parte de la lista de problemas en el barrio Marco Tulio Rangel, pero la mayor preocupación es el colapso de las viviendas del pasaje 8 porque 23 familias deben desalojar su hogar y no saben a dónde ir.
Por Bleima Márquez / @bleimamr
23 casas se desploman en el barrio Marco Tulio Rangel, parte baja. Los habitantes de estas viviendas están angustiados por el grave peligro que corren y no tienen a dónde ir.
Es una barriada de sector popular en la parroquia La Concordia de San Cristóbal, a un lado de la avenida Rotaria. Una populosa comunidad en la que la solidaridad se ha convertido en el común denominador.
Sus habitantes afirman que a pesar de la crisis económica que golpea al país y de los muchos problemas que les aquejan, la unión entre los vecinos les ha permitido sobrellevar las dificultades. Tal vez esa es la fórmula de la sobrevivencia de las familias que allí residen.
Hoy esta comunidad pide ayuda a gritos. Tienen miedo de que una desgracia acabe con sus viviendas y la existencia de ellos. Es un problema que opaca las carencias que soportan porque están en juego sus vidas y la de sus hijos.
Como a la mayoría de los tachirenses, los cortes de luz y la falta de gas les afecta, pero en estos momentos, esos problemas parecen ser insignificantes ante el evidente riesgo que les acosa.
Se trata de filtraciones que han provocado daños en los terrenos y por consiguiente en las humildes casas. Pisos partidos y paredes agrietadas, son apenas una muestra de lo que sucede en la comunidad, específicamente, en las veredas 6,7 y 8.
Las casas se derrumban
Orlando Depablo, vecino del sector explicó que al parecer el agua que está causando destrozos en la barriada proviene de la parte alta del mismo barrio Marco Tulio Rangel.
“Hidrosuroeste y que acomodó una tubería de aguas blancas, pero, al parecer, no tenían la pieza adecuada y solventaron con tripa. Ahora el problema reventó en la casa de un señor en la parte alta donde se abrió un hueco y, pienso que ese líquido cae aquí, en Marco Tulio parte baja y está perjudicando a toda la comunidad”, sostuvo Depablo mientras reparaba las paredes rotas y la tubería de aguas negras de una de las casas.
El agregó que Protección Civil entregó el informe técnico y recomendó el desalojo de 23 familias. Las más perjudicadas.
Edith Cerinza, trabaja en casas de familia y vive alquilada en una de las viviendas consideradas en riesgo. Dijo que Protección Civil advirtió que no tenían condiciones para habitarla, ahora busca un lugar para ella y su familia, pero afirma que no es fácil por el alto precio de los alquileres y el costo de la vida. “Me da miedo. Esto –la casa donde vive- en cualquier momento colapsa”, señaló con mucha tristeza.
“La pared se nos cayó”, esta fue la expresión de Vilma Carvajal, al conversar con el equipo reporteril de Diario La Nación, y recalcó que el problema que angustia a todos los residentes del lugar es consecuencia de dos factores: El agua proveniente de un tubo de aguas blancas que arregló Hidrosuroeste en la parte alta del barrio Marco Tulio Rangel, y el colapso de las cloacas de algunas casas vecinas.
Una de las paredes se desplomó por completo hace tres días, formaba parte de lo que fue un dormitorio de la vivienda, ahora sólo quedan escombros y tierra. “Eran las tres de la tarde cuando un fuerte ruido nos impactó al caer la pared. Mi niña se estaba bañando y cuando escuchó salió rápido para allá.”, relató y dio gracias a Dios porque no han tenido pérdidas humanas que lamentar.
Otra grave situación fue el derrumbe total de la pared de una de las casas. “Fue un ruido espantoso, estremecedor”, dijo Vilma y lamentó no poder seguir las recomendaciones de Protección Civil porque no tienen a dónde ir con su familia.
Según expresó la afligida señora, por el referido cuerpo especializado en desastres notificó, luego un recorrido minucioso y levantar el informe técnico, que deben desalojar 23 familias de la zona. La gran mayoría sostiene que es prácticamente imposible porque no tienen otro lugar para ir. “Prácticamente aquí no dormimos por la zozobra de ver. Pero para dónde nos vamos”, dijo.
José Belandría, otro de los preocupados vecinos, acotó que Protección Civil les informó que, de acuerdo al estudio realizado, el terreno se está socavando de manera subterránea. “al darle al piso escucharon hueco las casas”
Hidrosuroeste debe atacar el problema
Para evitar una tragedia, los vecinos piden a Hidrosuroeste reparar el tubo que aceleró el problema y a los demás entes gubernamentales, locales, regionales o nacionales, canalizar las aguas servidas que desde la parte alta van cayendo hasta los pasajes 6,7 y especialmente el 8, debilitando el suelo que ya está cediendo.
“Es un efecto dominó. No se trata de las 23 familias que deben buscar otro rumbo, es toda una comunidad que asciende a unos 200 hogares aproximadamente porque al caer esas casas también colapsaría las demás. Es algo en cadena”, recalcaron.
Consuelo Beleño, no está entre las personas que deben desalojar, pero manifiesta su temor porque le aterroriza pensar que si la casa de la vecina se desmorona todo caerá sobre su inmueble. “Necesitamos que el Gobierno, los organismos competentes nos ayuden”, solicitó.
Sobrevivir sin trabajo y sin servicio
Sobrevivir es otro de los objetivos de los habitantes del Barrio Marco Tulio. Sostienen que para cocinar deben comprar el gas revendido, pero pocos pueden adquirirlo, por eso queda como opción la hornilla eléctrica, pero ante los largos cortes del servicio deben acudir a otras alternativas como la leña. “La luz la quitan a cada rato, a veces duramos hasta seis horas sin electricidad”, se quejó Edith.
Para esta madre de familia, sostener el hogar es cada vez más difícil, porque lo que percibe se gasta entre el alquiler y la bombona de gas. Lo poco que le queda es para alimentación.
Luego de un respiro profundo, Edith acotó que los cables de alta tensión de los postes caen sobre el techo de su vivienda, ese es otro problema más en su larga lista. “Corpoelec venga por favor”, pidió la dama.
Consuelo Beleño, apuntó que están viviendo momentos difíciles, pero en la comunidad del barrio Marco Tulio, parte baja, todos se ayudan porque hay familias sin trabajo y otras que solo dependen de un salario mínimo y eso no alcanza para nada.
Vilma Carvajal reveló que su hogar está conformado por cinco personas y para sufragar los gastos hacen un gran esfuerzo porque viven del día a día.
“Mi esposo es taxista, pero de verdad, sale a trabajar y a veces no hace ni una carrera, llega con las manos vacías”, confesó con desánimo y expresó que entre su núcleo familiar hay una persona con condiciones especiales y que toma medicamentos porque convulsiona. Ellos subsisten gracias a lo poco que les envía su hija que está en Bucaramanga, Colombia.
Otra de las afectadas es Eloisa Valencia, una de las fundadoras de esa comunidad. Esta dama tiene más de 40 años viviendo en la localidad y hoy la invade la impotencia porque su casa es una de las más averiadas. El piso de la cocina parece haberse partido en dos, los desniveles son impresionantes, tiene varias paredes desplomadas. Hoy, con lágrimas en sus ojos, pide a las autoridades tomar cartas en el asunto porque la vida de muchas personas está en juego.
A pesar de su condición de asmática, Eloisa, tiene más de ocho meses cocinando con leña porque no tiene gas y tampoco dinero para comprarlo repagado. “Me han tenido que sacar de emergencia por el ataque de asma. Me llevaron al hospital, pero luego decidieron el CDI de La Rotaria para no ponerme en riesgo por el covid”, contó.
Para el sustento de esta familia, el esposo sale diariamente al centro de la ciudad donde labora como vigilante y su hijo ayuda a unas ventas de verduras y como pago le regalan algunos rubros.
Solidaridad
En medio de tanto caos surgen los más bellos sentimientos de los vecinos, es así cómo Fernanda Bello, una joven de la comunidad, ofrece tareas dirigidas a los niños del sector sin costo alguno. “Los niños que tengo no les cobro por la situación que estamos viviendo. Ellos vienen y yo los atiendo gratis porque se les ve el interés que tienen de estudiar”, comentó Fernanda y aseguró que les ayuda con las tareas escolares.
Un poco de historia
Según lo relatado por los vecinos del barrio Marco Tulio, parte baja, hace más de 40 años llegaron algunas familias y se instalaron, luego poco a poco se fue poblando. “Esta parte fue una invasión y cada quien fuimos construyendo. Eran puros ranchitos, ya han pasado más de 40 años y aquí estamos”, dijo Eloisa
En el año 2005 se organizaron, y para ese entonces el censo que levantaron sumaban 2 mil 500 personas. Actualmente, ese sector está formado por tres pasajes que llaman el 6,7 y 8; llega hasta una zona denominada El Platanal.
Luis Barrueta, reveló que hace más de 50 años ese lugar era el basurero de la ciudad. “Llegaban los camiones aquí y depositaban la basura. Sospechan que tal vez ese sea el motivo de la inestabilidad del terreno.
Dijo que el Concejo Municipal de ese entonces le regaló a cada quien un pedazo de terreno y construimos. “A mí me lo dieron porque fui funcionario del Cuerpo de Bomberos”, declaró y agregó que en la casa del vecino reventó el piso y fluye constantemente agua, sobre todo cuando llueve. Cree que una solución momentánea podría ser abrir una zanja y canalizar el agua que llega por debajo de la casa para que tome otro rumbo.
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