Regional
Se deteriora la escultura Virgen de la Consolación
sábado 16 agosto, 2025

Miguel Ángel Sánchez cuenta con muchas esculturas esparcidas por San Cristóbal y otros municipios tachirenses. El Monumento para la Virgen de la Consolación sigue guardando un significado especial en su trayectoria artística
Freddy Omar Durán
Aunque bajo el canon religioso, la escultura de la Virgen de la Consolación, en pleno punto de contacto entre los municipios San Cristóbal y Cárdenas, no se considere objeto de devoción sacra, un día el creador de tal pieza, Miguel Ángel Sánchez, fue testigo de una mujer vestida de novia agradeciendo los favores divinos por haber contraído nupcias con la persona que más amaba.
Como se puede apreciar en muchas de sus piezas, emplazadas en puntos de gran visibilidad urbana tanto en San Cristóbal como en otros municipios del Táchira y Venezuela, la obra de Sánchez no se ha limitado al tema religioso, empero el mismo le ha conllevado muchos reconocimientos, los cuales agradece desde su particular fe católica a Dios.
Hace ya 22 años de su elaboración y emplazamiento al sitio donde incluso este 2025 se levantó muy cerca la tarima desde donde se realizaron los actos religiosos con motivo del día de la Patrona del Táchira. Hecha para durar muchos años más, la pieza no ha sido sometida a restauración alguna, aunque sí ha recibido brochazos de pintura, que si bien la salvan del abandono también han podido restar el valor estético de tal pieza, si no se hace con la debida consideración artística.
“Hice un proyecto con la idea de transformarlo en monumento, hacerle una pátina en bronce para darle mayor durabilidad de muchos años, y hacerle una arcada en la parte de atrás y unos altos relieves en la parte de delante pero hasta los momentos no se ha cristalizado”.
A sus 78 años, el escultor aspira que la obra lo sobreviva, un objetivo solo posible con el respeto al original y el uso de materiales y técnicas idóneas.
“Mi llamado siempre ha sido a limpiarla, dejarla en resina pura y hacer un tratamiento con colores marca DuPont, que tiene una durabilidad de medio siglo. La idea es que así yo me vaya de este mundo, tengo ya 78 años, la pieza se mantenga muchos años más, porque la pieza perdió detalles: Ya no se le ven los deditos de las manos, de los pies, y se han afectado sus ojos. No siempre pasó con el grupo de fervientes de la Virgen de la Consolación, yo les digo, no la pinten, lávenla, porque cada vez que la pintan le hacen daño; pero no le paran a eso. Lo que me preocupa es que la pieza se está deteriorando”.

Fue una escultura de siete metros que tomó alrededor de un año, trabajando todos los días, cuya mitad fue tomando forma en el taller, y la otra, al estar ya vaciada en resina, en directo. En el proceso, el traslado de la media luna implicó su ruptura, y se abrió demasiado. Una falla que el artista también sugiere sea subsanada. En su apoyo estuvieron presentes su hermano, su sobrino y el señor Jonathan Patiño.
“Para esa pieza el modelado representó la fase de mayor cuidado, así como la preparación de la resina para garantizarle la durabilidad, un aspecto que me preocupa mucho. Quedaron cosas que pueden corregirse. Por ejemplo, esa media luna parece como un cacho. Eso hay que cortarle y pegarle hasta darle la forma correcta de media luna. Se podría también sacar la carretera un poco más alejada; gracias a Dios no ha habido accidentes de tránsito. Esa pieza puede moverse ya que es liviana, y podría integrarse a una pieza arquitectónica especial, cerca de donde está”.
Para él, cada escultura no representa un encargo del cual se desentiende apenas lo entrega a su administrador, que en el caso de los ubicados en espacios públicos viene a ser las respectivas municipalidades, ya que se sigue preocupando por cada escultura como si de un hijo se tratara.
El arte religioso le ha planteado retos que ha librado con éxitos, y uno de los que aún muestra desde su memorabilia fotográfica y hemerográfica con orgullo, lo representó la Santa Rosa de Lima, de 8 metros, elaborada junto al maestro Saúl Mora, ubicada en el municipio Francisco Javier Pulgar, estado Zulia. También ha sido de su autoría la Virgen de la Consolación al interior de la casa parroquial de la Basílica de Táriba, junto al museo de exvotos, así como una Virgen del Carmen y una Virgen del Rosario.
Esas encomiendas de imágenes de vírgenes llevadas a la escultura estos últimos tiempos han escaseado, pero en lo que tiene que ver con iconos sagrados sí nos tiene preparada una sorpresa, en cumplimiento a una asignación artística hecha por el alcalde de San Cristóbal, Silfredo Zambrano: Se trata de una efigie de José Gregorio Hernández, para celebrar su proceso de canonización por parte del papa León XIV para el mes de octubre.
“Es del tamaño promedio humano. El alcalde Zambrano la quiso como José Gregorio el médico, el ser humano, sin su sombrero, ni su actitud tan formal. Con su bata y una gran serenidad. Creo que lo logré… Creo”.
La conversación sobre la escultura de la Virgen de la Consolación derivó a momentos importantes en su carrera artística, como sus exposiciones, una de ellas hace 40 años en la ciudad de Caracas, bajo el patrocinio de Fundarte. De esos tiempos recuerda el poderoso coleccionismo en Venezuela, que para muchos artistas significó una decente y reivindicativa fuente de ingresos. Esa trayectoria artística no se tradujo solo en esculturas, en tanto hubo un tiempo muy activo como docente y director en la Escuela de Artes Plásticas Valentín Hernández Useche, como fundador y director vitalicio del Liceo Fe y Alegría de El Topón, organizador de los desfiles de la Feria de San Sebastián, y emprendedor turístico, propietario de La Posada Dorada.
“Esto es un privilegio, poder seguir activo, y no me duele nada. Esto distrae y da mucha vida y siempre me acuesto pensando qué voy a hacer. Cuando a una pieza no le logro lo que yo quiero, me atormenta la vida. Siempre surgen inconvenientes en el camino. En un momento estaba haciendo El indio y la India entrando frente a McDonald´s, y resulta que no hicimos bien la escultura y se nos cayó prácticamente terminada. Pueden ocurrir muchas cosas como que el yeso no fragüe, o problemas en la malla, o que no me satisfaga la colocación del punto de referencia anatómica antes del moldeado”.
Siempre habrá un sitio donde nos sorprenda una escultura de Miguel Ángel Sánchez, incluso eso les ha acarreado a algunas de ellas ser objeto de polémicas y “víctimas” del vandalismo, como el Monumento Las Américas, que con el tiempo alcanzó el respeto que se merecían. Pero si de ahí vamos hacia el Hotel El Tamá encontraremos a la Familia Andina, o si bajamos hacia el Parque de Los Enanitos, muy cerca veremos a san Sebastián, por no mencionar las que están en poder de entidades privadas, o las que todavía falta ubicarlas como las dedicadas a Simón Díaz o a Rafael de Nogales Méndez, o las que apenas están en fase de investigación, como el homenaje a María Santos Stella.