La acumulación de basura en la capital tachirense por la falta de recolección, ante las contingencias que vienen ocurriendo en el basurero de Torbes, y que impiden que estas sean recogidas, ha originado que los ciudadanos de barriadas y hasta en sectores comerciales, tomen la decisión de quemar los desperdicios, lo cual genera otros eventos, ya que además de quedar restos, se ocasiona incendios de vegetación, lo que se traduce en emergencias, puesto que dichos procedimientos no son controlados.
La quema clandestina de toneladas de basura, es ya una práctica que se ha generalizado ante la acumulación que ocurre, lo que ha llevado a que de forma indiscriminada, se formen pilas de bolsas que son normalmente rociadas con gasolina.
Es por ello común observar en sitios como la calle 16, en predios del Cementerio Municipal, así como zona industrial de Puente Real y Marginal del Torbes, extensas zonas verdes completamente arrasadas por las llamas, pues en esos sitios, se han efectuado quemas de residuos, muchos de ellos con semanas de permanencia en las calles.
Este fenómeno, además de resultar una prácticamente altamente contaminante, es riesgosa también, ya que por tratarse de una manera clandestina para eliminar la basura, termina por convertirse en un peligro, pues ya han ocurrido incendios con efectos muy negativos, motivado a que se extienden las llamas y dañan en ocasiones , cableados del alumbrado público.
Paralelo a esta situación, también tras las quemas, olores nauseabundos se confunden con el hedor de alimentos descompuestos, por lo que en las zonas donde se presentan estos eventos, los daños y afectaciones, suelen causar afectaciones de consideración.
Las quemas no controladas, ya ha dejado en varios sitios de la ciudad emergencias que han sido atendidas por organismos de socorro, cuyos miembros han logrado mitigar las llamas e impedir incendios que terminen por generar tragedias.
En algunos sectores de la zona comercial de la capital tachirense, igualmente comerciantes informales han optado por realizar la incineración de los desechos, por lo que es sumamente riesgoso, ya que esa práctica pueda alcanzar edificaciones o negocios.
Pablo Eduardo Rodríguez