Tan tachirense como nuestra habla característica, como la pisca andina o como nuestro paisaje, es el bambuco, por eso será el protagonista de un especial encuentro que tendrá lugar en el Colegio de Ingenieros del 2 al 4 de noviembre, y el cual ha sido denominado Festival de Bambuco de San Cristóbal.
Una ocasión para hablar del bambuco, para recordar a sus exponentes, y también para disfrutarlo a través de la escucha demostrándose que más que una reliquia está más vivo que nunca como lo ratifica la gran respuesta a la convocatoria a los concursos David Medina de ejecución y José Pablo Mendoza de composición, cuyos ganadores y finalistas serán dados a conocer el día de clausura del evento.
Foros, exposiciones, conferencias, talleres de mandolina y tiple, muestras gastronómicas, danza contemporánea, conversatorios y, por supuesto, mucha música en la cual maestros y representantes de las nuevas generaciones, exaltarán con sus interpretaciones la grandeza del bambuco.
Es la primera vez que una actividad de este tipo se realiza, y fue posible gracias al apoyo de la empresa privada, preocupada por salvar del olvido público –pues a este ritmo no le han faltado admiradores y defensores- el legado musical tachirense.
El festival será dedicado a Norberto Parada, -quien fuese el segundo director de la Orquesta Típica del Táchira- pero igual el recordatorio incluirá a una eminente lista de personalidades que contribuyeron al crecimiento y difusión del género.
Como nos explica, el cronista de San Cristóbal y organizador de la actividad Luis Hernández Contreras, si bien el bambuco se extiende hasta el centro de Colombia, el tachirense ha adquirido una identidad propia, gracias en gran parte a la labor compositiva de Luis Felipe Ramón y Rivera, autor del segundo himno del Táchira “Brisas del Torbes”.
–El bambuco –afirmó Hernández- es el ritmo que identifica al músico tachirense, en los últimos ochenta años a nivel nacional e internacional. Las referencias a este estilo se remontan a la últimas dos décadas del siglo XIX. Pero el bambuco tachirense como lo conocemos, lo creó Luis Felipe Ramón y Rivera con el estreno de Brisas del Torbes en 1939, allanando el camino para los posteriores compositores. El bambuco está caracterizado por ser un ritmo tranquilo, parsimonioso, lánguido; en sus letras no canta al despecho ni a la violencia, sino siempre al amor inocente y la naturaleza. Se escribe en un tiempo justo de 6/8, que si se hace más rápido se vuelve una danza zuliana, y aún más rápido un merengue, por eso hay que tener mucho cuidado en la ejecución. Con Vivan las Suegras de J.J Marciales se comenzó a diferenciarse el bambuco tachirense del bambuco colombiano, – ésta más rápido en tiempo de ¾- distinción que hizo definitiva Luis Felipe Ramón y Rivera.
La entrada es general, y la idea es que todos los tachirenses puedan disfrutar y conocer un poco más la esencia musical de nuestro folklore.
Freddy Omar Durán