Regional
Servicio de Contraloría Sanitaria cerró tres restaurantes y un laboratorio clínico
29 de mayo de 2018
El Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria (SACS), a través de las coordinaciones estadales de Inocuidad de los Alimentos y Bebidas y de Regulación y Control, Materiales, Equipos, Establecimientos y Profesionales de la Salud, acompañado de integrantes de la Policía Nacional Bolivariana, efectuó una inspección a cuatro establecimientos ubicados en la avenida Lucio Oquendo y se aplicaron medidas preventivas de cierre.
La información fue suministrada por Milton Bracamonte, coordinador regional de SACS Táchira, quien explicó que los establecimientos inspeccionados fueron tres restaurantes y un laboratorio de bioanálisis.
“Se verificó durante el recorrido que las estructuras donde funcionan los tres restaurantes, ubicados en los alrededores del Hospital Central de San Cristóbal, muestran condiciones nocivas en las paredes y losas, las tuberías están vulnerables, con posibilidades de contraer focos de bacterias; también los utensilios donde preparan los alimentos son de aluminio y no cuentan con las mínimas condiciones higiénico- sanitarias”, expresó.
Asimismo, manifestó que se pudo constatar que los establecimientos no poseen una adecuada separación física de las áreas donde se realiza la preparación de los alimentos, siendo las mismas susceptibles a la contaminación, pues no se cumple adecuadamente con la limpieza y desinfección, corriendo el riesgo de que los consumidores puedan contraer enfermedades transmitidas por alimentos.
Con respecto al personal encargado de la preparación de los alimentos, Bracamonte señaló que desconocen las normas sanitarias, pues ninguno de ellos cuenta con los talleres de Manipulación de Alimentos, además de que los establecimientos tampoco tienen los permisos sanitarios correspondientes.
“Observamos en todas las áreas la presencia de chiripas, hongos, suciedades que generan un ambiente de contaminación y peligro a la salud”, dijo.
Además, al referirse al laboratorio de bioanálisis, comentó que los funcionarios del SACS verificaron que funcionaba dentro de un establecimiento compartido, entre una panadería y una tienda de cosméticos, sin contar con los debidos registros y permisos de la Contraloría Sanitaria,
“Nos preocupó esta situación porque en estos espacios se debe realizar limpieza y desinfección en el lugar, antes y después, para evitar la presencia de bacterias en todas las áreas; debe tener una ventilación adecuada, los materiales médico-quirúrgicos utilizados en los pacientes deben ser correctamente depositados, para luego ser recolectados por una empresa autorizada para tal fin. Además, al existir una panadería al lado, se presume del riesgo de una contaminación”, añadió Bracamonte.
Nancy Porras