A diez días de incendiarse el relleno “El Palmar”, en San Josecito, municipio Torbes, los esfuerzos del ayuntamiento local con otros que cooperan en el intento de mitigarlo, la Gobernación del Estado y Bomberos, han sido poco exitosos y aún sigue ardiendo el conocido vertedero donde depositan los desechos sólidos diez alcaldías.
De acuerdo a Edwin Montañez, jefe de la división de Saneamiento Ambiental de la Alcaldía de San Cristóbal, al informar sobre la situación de la basura en el municipio capital, desde el sábado pudieron comenzar a hacer la deposición final de los desechos; pero las terrazas 2, 3 y 4 siguen incendiadas a pesar de las labores conjuntas de mitigación.
Montañez hizo un recuento de las condiciones del botadero y dijo que días después la comunidad trancó la entrada al recinto supuestamente por el manejo del mismo, que al parecer provocó en la comunidad enfermedades respiratorias.
Y fue el lunes 18 de diciembre cuando se presentó el incendió en el vertedero, que provocó la paralización del servicio, hasta el sábado pasado cuando lo abrieron y permitieron a los camiones cargados de desechos, entre otros los del municipio San Cristóbal, descargar la basura.
Informó que el alcalde de Torbes, Roberto Lobo, dirige las operaciones y se mantiene pendiente de la situación, con el apoyo del ayuntamiento sancristobalense y el alcalde Gustavo Delgado, y de la Gobernación del Estado.
Sobre cuándo estiman que demorará el incendio, no hay una información oficial, al igual que el procedimiento para que realicen el bote de basura las alcaldías, además de la de San Cristóbal, por cuanto hay quejas de otros municipios, como Guásimos y Cárdenas, donde al parecer los camiones recolectores no han prestado el servicio óptimo desde hace varios días.
Las alcaldías que depositan los desechos sólidos allí y que forman parte de lo que denominaron Mancomunidad Metropolitana de Desechos Sólidos del Estado Táchira (Mamdesta), son: Torbes, San Cristóbal, Cárdenas, Córdoba, Guásimos, Andrés Bello, los Capachos, Junín y Rafael Urdaneta.
Marina Sandoval Villamizar