Sigue escaseando la carne de res en San Cristóbal. Este miércoles, la mayoría de las ventas del producto se mantuvieron cerradas. Las que abrieron lo hicieron porque tenían pollo, que al parecer debían venderlo, entero, a 22 mil bolívares el kilo; o el cochino, que también se vio poco, aunque hubo más que la carne de res en otros expendios de la ciudad, que solo se vio en dos de los veintidós puestos de Los Pequeños Comerciantes, en La Concordia.
Los puestos de verdura, hortalizas y artículos perecederos en general estaban abiertos y llenos de productos, pero con muy pocos clientes. “Por lo menos, monte, matas, y verduras hay”, expresó una compradora que pasaba por uno de los pasillos de ese sector del mercado Municipal.
Llamó la atención la venta de carne de res, trilomito, “el que está pegado al lomito”, explicó el vendedor, quien dijo que lo vendían a 41 mil bolívares, igual que la costilla. “No ha llegado la carne, lo que llegó fue el trilomito; estamos cumpliendo con la ley, mañana probablemente habrá más carne, hasta que se normalice” -agregó-.
Luciana Gómez, adulta mayor, estaba comprando costilla en ese local. “Estoy comprando costilla porque tengo días que no me tomo un “caldito” con esto. No tenía plata”, dijo, mientras el expendedor contaba la plata. “Tiene para medio kilo”, le dijo.
En el otro puesto de venta se vio más carne, pero tanto la de primera y ganso, como la costilla y lagarto, para mechar y molida, a 55 mil bolívares el kilo. “El hueso se vendió a 10 bolívares el kilo, y fue lo primero que se llevó la gente, lo más económico”. Uno de los vendedores comentó que era la última carne que tenía, “porque no va a llegar más, no hay pollo y cochino tampoco. De abajo (el llano) para acá no traen porque, según Sunagro, no se pueden trasladar animales a pie”
Otros expendedores achacaron la escasez de carne a los distribuidores.
Un expendedor, crítico con los que estaban vendiendo carne, señaló que no hay guías “abajo”, en Santa Bárbara de Barinas, y que supuestamente hoy las iban a habilitar, y que no les daba la base el ganado en canal a 32 mil bolívares, para vender el kilo de carne a 41 mil, además que “los distribuidores no traen por los fletes muy altos”.
En ese mercado había funcionarios de la Guardia Nacional, vigilando que el pollo lo vendieran en los cuatro puestos que lo tenían, a 22 mil bolívares. Ante las críticas de que la escasez era “culpa” de la Sundde, el expendedor opinó que no, “porque ellos son parte del problema, mucha de esa gente que anda uniformada no tiene siquiera para comprar el desodorante, de tanto que caminan todo el día, el problema radica en los costos de producción”.
Consideró que “el problema se resuelve si hacen con la carne de res lo que hicieron con el pollo, que el Gobierno lo trae regulado y se lo asigna a cada puesto. Si hubieran hecho eso con la carne, todos estuviéramos trabajando. No puede ser que tantos comercios estemos de acuerdo para hacer un boicot nacional, se supone que 95 por ciento de los carniceros que no estamos trabajando es porque no hay condiciones y modo de trabajar”.
De esa manera, el problema de la escasez de carne lleva ocho días y Estela Herrera, vendedora de comida, opinó que esas jornadas “son de momento, es un paliativo, como es el caso del pollo, hasta que se acabe el pollo; estamos afectados porque no conseguimos carne”, y dijo que en los sitios donde la vendían solamente recibían efectivo.
Sundde y operativos
Y mientras a nivel nacional dicen que la Sundde hace presencia para hacer cumplir los precios regulados, en San Cristóbal poco se ha visto y por eso Nubia Camargo y Luis Peña les llamaron a que revisen las ventas de productos secos, “pero que vayan como si fueran a comprar, para que los agarren con las manos en la masa”.
Denunciaron que están vendiendo productos regulados a altos precios y, de paso, no entregan las facturas. Peña dijo que el sábado compró dos kilos de arroz y dos de espagueti, que según los precios estaban a 2 mil 50 y 8 mil 500 el kilo, pero le cobraron 58 mil bolívares, a pesar de que la factura de la cajera decía que esa compra había sido por 20 mil bolívares, aproximadamente.
Vendieron en San Antonio carne a 41 mil bolívares
San Antonio.- Habitantes de San Antonio del Táchira hicieron cola este miércoles en algunas carnicerías de la localidad, las cuales tras ser supervisadas por militares de la Guardia Nacional, debieron vender el kilo de carne de res a 41 mil bolívares, que fue el precio acordado recientemente entre el gobierno y productores del rubro alimenticio.
La venta supervisada favoreció a madres y padres de familia de esta población fronteriza, donde un kilogramo de carne de segunda ha costado hasta 50 mil bolívares, mientras que la de primera ha alcanzado hasta los 70 mil bolívares.
Aunque no eran muchas las ventas que contaban con el producto alimenticio, ya que varias permanecen cerradas después de la fijación del nuevo precio, la gente se acercó a los establecimientos que durante la mañana de este miércoles tenían el producto y lo vendieron a 41 mil bolívares el kilogramo. También algunas ventas que son instaladas en la calle expendieron a ese precio.
Según se conoció, las carnicerías que recibieron el rubro alimenticio fueron supervisadas por militares de la Guardia Nacional Bolivariana, atendiendo instrucciones de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, Sundde, para supervisar la venta al precio establecido.
En algunos establecimientos, el producto duró poco porque gran cantidad de personas hizo cola para comprar a 41 mil bolívares el kilogramo, pues pareció económico en comparación con los precios que ha alcanzado la carne de res durante las últimas semanas. Además, en los últimos días las carnicerías, en su mayoría, estuvieron cerradas.
Madres que son jefes de hogar manifestaron que han comprado carne de segunda en 50 mil bolívares o más el kilogramo, mientras que el costo de los cortes de primera ha llegado hasta 70 mil bolívares. Hay quienes consideran que si bien los precios de la carne deben de sincerarse, sostienen que en las poblaciones fronterizas el contrabando del producto ha disparado los precios, porque hay personas que pagan el kilo de carne a costo elevado, ya que al revenderlo en territorio colombiano siguen percibiendo ganancias, debido a la disparidad del valor del bolívar y el peso.
“El gobierno y los productores deben sincerar el precio de la carne, con base a los costos reales de producción, porque nadie quiere producir para perder. Además, en la medida en que haya escasez, el precio del producto subirá más”, dijo el comerciante y habitante de San Antonio, Jorge Valenzuela.
Agregó que causa extrañeza que habiendo concertado el gobierno y los productores el precio de 41 mil bolívares el kilogramos, el rubro siga escaseando. Criticó también que solo los cortes de segunda hayan sido regulados, mientras que los cortes de primera estén liberados de precio, lo que impedirá que la gente de escasos recursos económicos pueda adquirirlos para el consumo.
“Le precio del lomito, punta trasera y otras carnes de primera es inaccesible; nos imaginamos que lo que llegue a la frontera de este tipo se irá para Colombia de contrabando, porque al pueblo no le alcanza el dinero para comprar”, acotó el vocero.