“Sigue siendo la educación la brújula para el desarrollo de la humanidad”

Freddy Omar Durán

Ratificando que hay muchas razones para creer en que alcanzar una carrera universitaria sigue representando un logro en la vida de muchos jóvenes con ganas de estar en la mejor preparación para servir a Venezuela, el coordinador del politécnico Santiago Mariño, Tomás Devia, fue un invitado muy especial al programa Perfiles de Mi Tierra a través de La Nación Radio.

Fue la ocasión para extender una invitación a aquellos jóvenes interesados en participar del proceso de inscripción que sigue en curso en el mes de abril, e igualmente para adentrarnos en el significado que ha tenido la institución de cuya directiva hace parte en el devenir social del estado Táchira.

Largo es el vínculo entre Editorial Torbes y los politécnicos Antonio José de Sucre y Santiago Mariño que abarca alrededor de 40 años con el primero y 30 con el segundo, y que junto al politécnico Agustín Codazzi constituyen el complejo educativo más grande de Venezuela con alrededor de 30 extensiones.

Es de anotar que la universidad no está circunscrita a un grupo generacional, ya que independientemente de la edad cualquiera está en capacidad y ánimo de terminar una carrera.

“Tenemos varios estudiantes entre 60 y 65 años de edad estudiando en el politécnico Santiago Mariño y te cuento que su rendimiento académico es muy alto, gracias a que su amplia experiencia les ayuda en su actividad académica. Nunca es tarde para estudiar”.

Al tachirense le gusta estudiar, y esto se demuestra el gran número de institutos de educación superior que en número y calidad está a la par de la capital de la República.

“El Táchira es el estado con mas universidades en Venezuela. Eso demuestra que el tachirense quiere prepararse, quiere ser profesional”.

Devia recalcó que lo esencial para los politécnicos es que los estudiantes no pierdan el tiempo, siendo posible convertirse en técnico superior universitario en 3 años y arquitecto o ingeniero en 5 años, que con cursos y/o pruebas de avance puede disminuir, aunque lograr eso depende en gran medida del bachiller.

“Siempre cuando le damos la bienvenida al estudiante les decimos: Ustedes saben el día que ingresan; pero también pueden saber el día que van a regresar, y eso lo determina el rendimiento académico. No tenemos a nuestra planta profesoral enmarcada en lo que es el año académico”.

La diáspora y pandemia han sido dos retos interesantes en el desenvolvimiento de estos últimos cinco años del Complejo Educativo Dr. Raúl Quero Silva. La cuarentena no tomó por sorpresa a la institución, ya que se había desarrollado unos 15 años atrás el SAIA PSM, para la educación a distancia:

“El SAIA se implementó primero para aquellos estudiantes que les chocaban las materias y no querían perder el tiempo, y podían ver de manera virtual la asignatura. Cuando llegó la pandemia, que fue un corte violento, nosotros teníamos una plataforma tecnológica desarrollada, habíamos capacitado a nuestros docentes en el área virtual y toda una estructura planificada y organizada. En semanas pasamos de la presencialidad 100 por ciento a la virtualidad 100 por ciento. Donde el docente en Caracas, San Cristóbal, Barinas o Mérida podía ser facilitador para todas las extensiones en Venezuela”.

El SAIA a su vez permitió que muchos estudiantes que se fueron del país sin terminar su escolaridad, la completasen desde el exterior.

“Muchos son los estudiantes que alternando su trabajo con su estudio se están graduando en nuestras instituciones, algo que para ellos en el país donde residen les resultaría muy costoso. En el último acto de grado algo muy emocionante fue que muchos familiares de esos estudiantes en el exterior recibían los títulos en su representación, mientras estos de manera remota presenciaban el acto de grado”.

No desconoce Devia la crisis mundial por la que está pasando la educación superior en general, ante la cual muchos creen ya no la creen fuente de oportunidades de una mejor calidad de vida:

“Es un trabajo de motivación dirigido a los jóvenes y los padres. No es lo mismo un joven fuera de Venezuela con un título que sin uno. En Estados Unidos, por ejemplo, las profesiones mejor pagas son Ingeniería Eléctrica, Ingeniería Industrial e Ingeniería en Sistemas. Vale la pena estudiar porque serás calificado, vas a trabajar de manera profesional y vas a recibir un ingreso que te va a permitir tener un nivel de vida adecuado. No podemos perder la brújula de que la educación es el elemento primordial para el desarrollo de la humanidad”.

Las redes sociales del politécnico Santiago Mariño y el Politécnico Antonio José de Sucre están disponibles para recibir mayor información respecto al proceso de inscripción.

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