Preocupación, angustia, impotencia, reflejan los rostros de los pacientes que deben someterse al tratamiento de hemodiálisis.
Deben enfrentar todos los días la escasez de insumos y el problema de las máquinas dañadas, hechos que traen como consecuencia, ver reducidas de 12 a 6 sesiones semanales de diálisis, situación que reduce su calidad de vida y aumenta el temor de complicarse y morir en cualquier momento.
Este escenario se repite a diario a partir de las seis de la mañana en la unidad en Barrio Obrero, Diasanca, lugar donde ayer a las diez, se dañó la bomba de agua hecho que obligó a suspender las hemodiálisis.
De 16 máquinas, 9 están dañadas, este equipo es un riñón, más comentó una de las enfermeras que acompañan a los pacientes y sus familiares y quien como todo el personal se identifica plenamente con la desesperación de los pacientes.
“A través de estas máquinas los pacientes eliminan los líquidos, toxinas, y desde hace más de un mes más de la mitad están inoperativas y entonces para tratar de atenderos a todos se le das dos hoy y media de tratamiento a cada paciente cuando lo normal son 3 horas y media” apuntó la enfermera.
No hay los insumos básicos
El paciente Hernán Rodríguez, precisó que no están contando con los insumos, tanto los médicos como los operativos de la máquina de diálisis.
Recordó que las unidades de diálisis del Hospital Central y Seguro Social no están funcionando.
“El presupuesto asignados para todas las unidades del estado no alcanza ni para una reparación de una máquina” apuntó el paciente renal.
Al mismo tiempo solicitó a Coriana Lugo, jefe de Nefrología del Seguro Social en Caracas, para que actúe en la problemática que se tiene sobre todo en las unidades de diálisis del estado Táchira.
Requieren de los filtros de las máquinas de las unidades diálisis, riñón artificial que los pacientes utilizan para purificarse la sangre, repuesto que no se consigue en el país y por eso se tiene que recurrir a alguna ONG u otros entes internacionales a fin de que ayuden en esta situación que cada día se agudiza más.
Contar con los filtros de las máquinas de diálisis son urgentes- exclamó el paciente- porque se está observando que cada semana se cuenta con una equipo menos y lo ideal sería que todas funcionaran a fin de que los 74 pacientes de esta unidad ( Diasanca) de 700 pacientes diagnosticados en el estado, se hicieran las diálisis completas que dura cada uno de ellas cuatro horas.
“Urge que nos ayuden”
“De verdad que necesitamos que no ayuden. Contamos un personal muy bueno que nos ayuda siempre pero las máquinas están dañadas y además no llegan los medicamentos que necesitamos”, expresó Elcida Sánchez, paciente renal
Ella dijo que le pedía a Dios le diera paciencia para no llenarse de angustia al saber qué no puede hacerse como debe ser la hemodiálisis.
Hizo un llamado a las autoridades nacionales. “Acuérdense del viaje –cantidad- de pacientes de diálisis que hay en el Táchira. Yo vengo de un campo, de la vía a El Nula, lugar donde hay más o menos treinta pacientes que deben hacerse diálisis, el puente se cayó, para pasar es un sacrificio, algunos de esos enfermos han muerto, otros están luchando para pasar y hacerse el tratamiento” dijo.
“Nos fallen con la entrega del tratamiento, somos muchos los pacientes, deben ayudar porque hoy están alentados pero no se sabe mañana, yo era una luchadora social de mi comunidad y ahora estoy aquí en diálisis, yo le doy gracias a Dios, quien me hace entender se debe aguantar”, expresó.
Contó que a veces los dializan una hora, dos horas, porque se quieren pasar a todos los pacientes para que aunque sea una hora le purifiquen las sangre.”La diálisis mía es de cuatro horas y me pasan solo tres. Debemos tranquilizarnos y olvidarnos del agua, no podemos tomar mucha, porque nos hinchamos y nos morimos”
Declaró que el jueves al lado de su casa falleció un paciente de diálisis, esto da dolor porque están falleciendo muchos jóvenes “nosotros ya vivimos, pero los adolescentes y los niños aún tienen muchos que vivir, y afecta que ellos se vayan”.
Han fallecido 10 personas
El paciente Rodríguez informó que en esta unidad desde el mes de agosto hasta este viernes han fallecido diez personas, situación que les preocupa.
Además dijo que necesitan medicamentos. Ya no cuentan con Heparina, que hace diluir la sangre para que funcione mejor la máquina, tampoco tienen vancomicina, antibiótico para los pacientes que usan catéter, eritropoyetina que ayuda al aumento de la hemoglobina, carnitina, hierro.
Preocupa a todos que a esta situación ahora se suma que tienen pacientes que ya cuentan con un donante de riñón vivo, pero estos trasplantes no los están haciendo. “Mérida, Caracas y Barquisimeto, estados donde se practicaba este tipo de intervención ahora no la hacen”, declaró.
Nancy Porras