Ubicada en Chururú, municipio Fernández Feo, la Casa Hogar “Abuelos de Jesús” alberga adultos mayores en estado de abandono y su propósito es brindar un resguardo a quienes se encuentran en la indigencia y necesitan un ambiente sano y seguro donde vivir, de manera gratuita y voluntaria.
En estos momentos complejos se requiere el apoyo solidario para este centro que atiende a catorce ancianos, once hombres y tres mujeres, dos incapacitados y los demás con tratamiento médico acorde a sus padecimientos.
Actualmente, el equipo de trabajo lo presiden Elvia Pernía y su esposo, la coordinadora general Sandra Rodríguez, Jéssica Rangel, coordinadora suplente, y el personal de apoyo, María Sierra y Felipe Tirado, quienes se encargan del cuidado de los ancianos y del mantenimiento de las instalaciones.
Al respecto, Jéssica Rangel dio a conocer que esta Casa Hogar es una asociación civil fundada por Elvia Pernía de Pérez, el 16 de febrero de 2014; una institución que brinda programas de ayuda a ancianos del municipio Fernández Feo y zonas aledañas, para que su futuro sea diferente a su presente.
Para recabar fondos, ofrecen a la colectividad diferentes productos en la panadería que lleva el mismo nombre de la Casa Hogar. Con lo recaudado, cubren algunos gastos de la institución, que no cuenta con apoyo oficial.
“A los adultos mayores se les da alimentación, cobijo y atención médica. Para ello, cuentan con la cooperación de la doctora Iris Villamarín, quien presta de manera gratuita y desinteresada sus servicios a los abuelos. Además se les brinda afecto, pues son personas abandonadas o que estuvieron en estado de indigencia”.
Se requieren artículos de aseo: cloro, desinfectante, detergente en polvo, para de esta manera mantener las instalaciones limpias. También alimentos secos, verduras, leña para preparar la comida cuando falla el gas, y medicamentos.
“Desde el comienzo de la pandemia no les ha faltado el alimento, gracias a personas de buen corazón que colaboran con esta noble causa”, destacó Rangel, quien agradece cualquier aporte que puedan realizar, ya que lo más importante es continuar con la atención y el resguardo del grupo de ancianos vulnerables, que tiene el derecho de contar con un sitio seguro y confortable para reposar de las fatigas que acumularon en la precariedad de sus vidas.
Norma Pérez