Una dama siempre ganada para las causas culturales y de la formación humana, Emma Cristina Pereira de Marín, falleció repentinamente, la mañana de este lunes, una pérdida que sus allegados y todos quienes bajo sus enseñanzas crecieron como ciudadanos de bien y conocimiento, no alcanzan a asimilar.

A esta temporada de profundos lutos para la cultura tachirense se suma la que nos sume la inesperada partida de una dama, hermana del ya fallecido maestro del teatro, la literatura y la plástica tachirense, Freddy Pereira, por quien siempre procuró que el Táchira y Venezuela no olvidaran su legado, dándole continuidad al proyecto de este denominado Arte Vértice. Haber sido la fundadora del Colegio Metropolitano, ejerciendo la dirección de la Escuela de Danza y la subdirección del Liceo Aplicación, además de la presidencia de la Peña Literaria Manuel Felipe Rugeles, constituyen parte de su valioso legado.

El castellano y la danza eran algunas de las áreas donde la pedagogía del amor y la disciplina prevalecían, en la reivindicación de una profesión, de la que siempre se sintió orgullosa y de la que se sentía retribuida, a través del cariño y la admiración, siempre demostrados por sus exalumnos. Quienes la conocieron y trataron en vida, recordarán a una persona con enorme vocación de servicio y que consideraba a la educación un pilar fundamental de una sociedad justa, civilizada y con ánimo progresista.

—Cristina fue una mujer cabal, comprometida, en pensamiento, palabra y obra. Quien la tenía por amiga, contaba con uno de los tesoros más invaluables, difícilmente ubicable en otra parte. Luchó contra las adversidades, como un accidente cerebral que la sumió en la inconsciencia por más de mes y medio, así como el fallecimiento de sus seres queridos, como su señora madre y su esposo Luis Marín, en 2019, su compañero fiel por más de 30 años, testigo de todas sus andanzas en pro de la educación y la cultura, y que igualmente se nos fue repentinamente— afirmó el artista plástico Osvaldo Barreto.

Más que una promotora, el Táchira perdió a una servidora de la causa de la formación integral del ser humano y ruega porque, ya en otros mundos, haya ido al reencuentro de aquellos a que los tanto amó. Paz a su alma.

Freddy Omar Durán