Crece el flujo de caminantes venezolanos en las vías colombianas. No se trata solo de aquellos que retornan a su país sino de cientos de personas que, a pesar de las circunstancias y la crisis de la pandemia, aún buscan futuro en Colombia.
En un reciente informe, la organización Red Humanitaria, integrada por los refugios coordinados por ONGs que prestan atención a los caminantes en la ruta entre Cúcuta y Bucaramanga, alertó sobre el potencial incremento en el número de caminantes a partir de la primera semana de septiembre debido al levantamiento de la prohibición de traslados entre municipios en Colombia por la pandemia.
En un día normal antes de la pandemia, los refugios, que ofrecían albergue, alimentación y atención primaria de salud, para 500 personas aproximadamente. Hoy en día se atienden 280 personas y, para la red, esto seguirá creciendo.
José Luis Muñoz, vocero de la organización así lo señala. “Lo habíamos pronosticado obviamente porque se relajan las restricciones y por el transporte intermunicipal. Estamos viendo este proceso de movilización entre Cúcuta y Pamplona, vía Bucaramanga en la ruta caminante”.
Muñoz expresa su preocupación ante esta situación ya que los puntos de ayuda humanitaria no cuentan con la suficiente capacidad para dar respuesta y no existe ayuda en el Páramo de Berlín, el punto más alto y complicado para el paso caminante. “Lanzamos un SOS a las organizaciones para que se apresten para ayudar y auxiliar los puntos de la sociedad civil que atienden en la ruta”.
Asegura el representante de la Red Humanitaria que el fenómeno migratorio es de muy difícil control mientras no se modifiquen las causas que lo originaron. “Desde ese punto de vista es mejor que entendamos de una vez, que el fenómeno migratorio es un movimiento natural y por ello hay que actuar con madurez”.
Según cifra de la organización entre julio y esta fecha la proporción de caminantes, según el sentido de su movimiento, es de 70% de aquellos que vienen desde la frontera hacia el interior de Colombia y un 30% de aquellos que desde Colombia vienen buscando retornar a Venezuela.
Los caminantes se han caracterizado en tres grupos: aquellos que ya han retornado a Venezuela y encontraron una situación peor de la que tenían en Colombia y vuelven a regresar al país, aquellos que llegaron a la frontera y se cansaron de esperar pasar por el corredor humanitario y, finalmente, aquellos que vienen por primera vez ante la situación económica y social en Venezuela.
Esta situación ocurre mientras por ordenes de las alcaldías, en el marco del control de la pandemia, se ha ordenado el cierre de los albergues por lo que algunos apenas están brindando, con muchas limitaciones, atención de alimentos e hidratación como Nueva Ilusión, ubicada en el Municipio Metropolitano de Los Patios, que está sirviendo 2600 raciones diarias a caminantes, retornados y migrantes en condición vulnerable.
Alans Peralta Mora