Raúl Márquez
Además, con los bloques de distribución de carga el internet deja de funcionar y no pueden descargar aplicaciones o actualizar software   

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Hace unas semanas, Joneiker Mora acondicionó la sala de su casa materna, en San Rafael de El Piñal, con el propósito de abrir un taller de reparación de celulares y tabletas, con el apoyo de un hermano.
Y si bien le llega trabajo, debido al racionamiento eléctrico pierde la posibilidad de obtener más ganancias, pues ha optado por recibir menos aparatos, consciente de que el problema de la luz no le permitirá cumplir con todos a tiempo.
«La energía eléctrica es indispensable para todo. Al momento de soldar, por ejemplo. Asimismo, para probar los equipos que vamos reparando», detalló.
Yeiber Ramírez, otro técnico de reparación de celulares, coincide con Mora en cuanto a que sus ganancias bajaron, debido a la crisis en el servicio eléctrico.
«Cuando se cuenta con energía eléctrica, de manera continua, aprovechando el tiempo al máximo, en un día puedo sacar, al menos, tres trabajos. Actualmente, de broma saco uno, y eso dependiendo de lo que tenga que repararle», enfatizó.
Para Ramírez, el fluido eléctrico no solo es necesario para soldar, sino que es vital para mantener el internet activo.
«Sin luz, no tengo internet, y sin este servicio no puedo actualizar software o descargarles aplicaciones a los celulares de los clientes. Es decir que, por ese lado, también esta situación nos perjudica».
Más allá de las causas de los cortes eléctricos y de la aplicación de los bloques de distribución de cargas, los pobladores del estado Táchira lamentan el curso de los acontecimientos, puesto que esta situación viene generando pérdidas a los emprendedores de diversos sectores económicos.
La historia de Joneiker y Yeiber se repite en quienes laboran reparando electrodomésticos, como televisores, equipos de sonido y neveras.
Para ellos, la crisis eléctrica se traduce en menos dividendos para las arcas familiares.
«Es una situación paradójica, pues las fallas eléctricas, sobre todo los altibajos, vienen dañando muchos aparatos electrodomésticos. En este caso, suceden dos cosas: Una, que la gente se queda con ese aparato dañado porque no tiene recursos para mandarlo a arreglar. La otra es que los llevan a los talleres, pero debido a que muchos no contamos con plantas eléctricas, se nos dificulta repararlos a tiempo», comentó David.