Renzo Prieto, líder opositor tachirense, se encuentra a la espera de que cese la pandemia para seguir su labor política; mientras tanto, está disfrutando de compartir con su familia, tras su salida de la cárcel.
Es un profesional formado en el área deportiva, específicamente en entrenamiento deportivo (especialidad atletismo), egresado de la Unet, y a sus 33 años mantiene la esperanza de continuar haciendo lo que tanto le gusta: viajar e interactuar con la ciudadanía.
Estuvo preparándose como docente en el Pedagógico de Zea, pero fue privado de libertad la primera vez. También ingresó a la Universidad de los Andes, núcleo Mérida, para estudiar la carrera de Derecho; sin embargo, no pudo comenzar, pues estuvo preso por segunda vez, y por el tema de la pandemia, las universidades paralizaron actividades.
Tras todos esos tropiezos, Prieto está ansioso porque la pandemia cese para seguir sus planes, los cuales consisten en seguir viajando y cumplir “su sueño”, que es “ver a Venezuela libre”.
“Ahorita estoy con mi familia, en San Cristóbal. Con ellos, cuidándonos -del virus-, compartiendo con ellos: mi papá, mi hermana y mi sobrino, que son los que me quedan en el país. Tengo dos hermanos que no los veo desde hace unos cinco años, se fueron por mis problemas políticos, aunque mantenemos contacto”, comentó el joven opositor en declaraciones dadas en la sede de Diario La Nación.
En ese contexto, explicó que decidió quedarse en Venezuela porque “si me voy, me va a afectar. ¿Qué voy a hacer yo afuera?… Quiero quedarme para luchar, para ayudar en mi país. Estando aquí puedo entender más la situación de crisis, y he notado que muchos conocidos que se han ido tienen un concepto equivocado de lo que aquí ocurre; incluso desconocen las dificultades que ahora existen para movilizarse y salir del país”.
Comentó además que actualmente sigue trabajando como emprendedor asociado con algunos amigos, y con ello espera dar fuentes de trabajo a otras personas que lo necesiten.
En cuanto al ámbito político, aclaró que no se encuentra de bajo perfil, sino “en casa, cuidándome y cuidando a los míos del covid-19. Además, tengo la cuenta de Twitter suspendida, no sé por qué razón, pues esa cuenta la usaba mi familia solo para informar y denunciar mi aislamiento e incomunicación cuando estuve preso. Ya he hecho las solicitudes correspondientes. Por lo que veo, tendré que activar otra cuenta; mientras tanto sigo compartiendo con mi familia”.
Expresó Prieto que por ahora no puede hacer ese trabajo intenso de calle que tanto le apasiona, hablar con las comunidades, recoger impresiones, quejas y solicitudes, así como planificar actividades deportivas y culturales, debido a la pandemia. “La vida y la salud son lo primordial”, agregó.
Tiene previsto organizarse con los jóvenes a través de las diferentes plataformas que hoy día ofrece la tecnología. Con ello, desea y busca concretar un sueño, “conquistar la libertad de Venezuela, que es la única solución para esta crisis. Quiero seguir luchando y trabajando para eso. Analizando los mecanismos pertinentes para llevarlo a cabo”. Se refiere a un cambio político real, donde exista “el rescate de las instituciones y del Poder Ejecutivo”.
No descarta su trabajo en el área deportiva, pero sin abandonar la política.
Sobre su gestión en cuanto a la recuperación de espacios deportivos para los jóvenes, indicó que en la actualidad, debido al panorama político que se vive, primero debe ver cuáles mecanismos desarrollar para evitar trabas en su trabajo. “Sobre todo por la polarización que existe. Lo que veo viable es solicitar ayuda a organizaciones internacionales para gestionar estos trabajos. También es importante no solo la recuperación de sedes, sino el mantenimiento y cuido de las mismas, a través de personal capacitado que labore y entrene a más personas, de modo que se puedan mantener estas instalaciones”.
“Tenemos que adaptarnos y avanzar”
Así se expresó Renzo Prieto ante la actual situación que se vive, no solo por la crisis del país, sino por la pandemia, lo cual genera estrés en la población. Igualmente, comparó este entorno de confinamiento con su estadía en la cárcel, y reflexionó que la estabilidad emocional y mantener la calma constituyen una gran ayuda para sobrellevar esto. “La vida hay que disfrutarla como venga”, agregó.
Sin embargo, con ello aclara que no siempre está contento o feliz, pero dijo que la desesperación no permite pensar ni razonar en momentos difíciles. Confesó además que pese a querer hacer muchas cosas ahora, debido al latente riesgo de contagio por el virus, se encuentra buscando mecanismos para canalizar esta situación, sin desesperarse.
Rosecny Zambrano