Las instalaciones del Terminal de La Concordia son un verdadero muladar, donde se acumulan las basuras y reina el caos, aunado al mal estado de las vías internas, con lo cual el principal puerto terrestre del estado Táchira deja mucho que desear a quienes llegan a él, pues se encuentran con un panorama desolador.
Solo en el área de embarque y desembarque de los viajeros, los malos olores que despiden los cerros de basura dejan un oscuro panorama de lo ocurre en ese lugar, pues reina el desaseo, que se combina con los olores a comida, pues a muy pocos metros del improvisado basurero en el que ha sido transformado ese patio funcionan varios kioscos en los que se venden almuerzos y desayunos, ello sin importar el grave problema de contaminación que representan los desechos.
Trabajadores que laboran en diversas actividades en las cercanías del Terminal aseguraron que la presencia constante de basura, al aire libre, en predios de la central de transporte, obedece a que no existen controles sobre los buhoneros y carretilleros, quienes lanzan los desechos de los productos que venden, aunado a que las mismas autoridades policiales realizan esta misma labor, sin importarles las afectaciones que causan.
—Hasta los policías vienen y lanzan la basura en este sitio, a cualquier hora del día. A ello se le suma que el servicio de aseo es muy malo, solo viene una o dos veces por semana y medio recoge las bolsas, pero deja muchos residuos, lo cual causa esta difícil situación que tenemos hoy en día -reseñó la fuente-.
Debido a la permanencia de basura ya descompuesta, es habitual observar numerosas aves carroñeras y hasta roedores, con lo cual es muy factible la proliferación de enfermedades, que puedan en algún momento afectar a los viajeros o personas que están de paso por ese sitio.
Vías internas dañadas
El estado de la vialidad interna en el Terminal de La Concordia igualmente preocupa, ya que los huecos y daños en la capa asfáltica son notorios y de grandes proporciones, lo que de alguna manera afecta la movilidad interna en la central de transporte.
Como si fuera poco, en las llamadas pistas, la basura es un asiduo morador, aunado a los malos olores a excrementos y orines, por lo que se presume que las personas recurrentemente utilizan las aceras y caminerías para realizar sus necesidades fisiológicas.
En lo referente al alumbrado, este igualmente no sirve, por lo que durante los horarios nocturnos reinan las sombras, lo cual es propicio para la inseguridad.