Regional
Testimonios de cuarentena: «A pesar de la crisis quiero mantener la tradición de mis helados»
14 de mayo de 2020
Raúl Márquez
Desde hace 30 años, Vicente Mora endulza el paladar de los fernandenses con sus tradicionales helados, que él mismo ofrece en su bicicleta, por las calles de San Rafael de El Piñal, La Morita, Naranjales y otras poblaciones del sur del Táchira.
Según comenta, en su mejor época – hace unos 20 años atrás- llegó a vender hasta 400 helados al día. Sin embargo, en los últimos años, esa cantidad se redujo a poco menos de la mitad. Cifra que ha alcanzado el mínimo, en las últimas semanas, con la llegada de la COVID-19 y sus medidas preventivas como la cuarentena y el aislamiento social.
Hoy en día, precisa, que la disminución de las ventas no solo obedece al escenario de alarma sanitaria generado por el nuevo coronavirus, sino a factores que desde hace tiempo venían mellando la producción de su exquisito producto, como las fallas eléctricas constantes, la carestía de los insumos y la disminución de la demanda por parte de la población.
«Antes vendía hasta 400 helados, hoy en día unos 60 y eso apurado», comenta, para luego explicar que, a su juicio, esto se debe a que la gente guarda el dinero que logra rebuscarse para comprar alimentos de primera necesidad. «Ya para muchos es complicado darse un gustico» subraya.
Apunta que la terrible crisis eléctrica que golpea a la población, con cortes del fluido eléctrico que alcanzan, incluso, las doce horas continuas, ha incidido en su producción. Asimismo, comenta que hace días se le dañó una de las neveras del negocio.
«El problema de la luz no permite que mis helados se congelen como es debido, por lo que no adquieren la consistencia ideal, y aunque algunos clientes me los compran así, blanditos, uno que otro suele quejarse», relata Vicente Mora.
Por otra parte, señala que otro obstáculo que enfrenta semanalmente tiene que ver con la compra de los insumos, los cuales, vienen subiendo de precio, de modo alarmante, lo que lo ha obligado a bajar su producción.
«Los colorantes, las frutas y los vasos suben de precio a cada rato y eso, por supuesto, no me permite comprar las mismas cantidades de antes y, por lo tanto, preparo menos, intentando mantener la calidad y el sabor de siempre», puntualiza.
Finalmente, indica que a pesar de que «todo está por el suelo» seguirá adelante con su labor, con el fin de mantener la venta de sus helados que, prácticamente, constituyen una de las tradiciones del municipio Fernández Feo y sus alrededores.