Rafael Pinilla, un ciudadano que se desempeña como carretillero en el Terminal de Pasajeros de San Cristóbal, está pidiendo “justicia contra los especuladores”, porque por el alto costo en que -dice- venden los alimentos, no puede comprar para comer y está enfermo, tiene una “úlcera de tanto estar aguantando hambre”.
“Vengo a pedir que a los ciudadanos que venden arroz y pasta y están abusando demasiado con los precios, les apliquen la ley, que se haga una ley para ellos y se haga justicia” –manifestó-.
Expuso que “ya están vendiendo el kilo de arroz a cien mil bolívares y la pasta a 120 mil; también subieron la carne, el azúcar; que se haga una ley contra ellos y la apliquen, porque esos comerciantes nos están dañando a nosotros, que somos los que comemos”.
— Debe haber justicia, no por política, sino de corazón; ya está bueno, por todos lados es la misma situación, ya no se puede comer ni vestir porque lo que uno gana no alcanza para comprar nada; yo tengo una úlcera, aguantando hambre, porque no tengo plata para comer” -dijo-, buscando en la cartera, de dónde sacó varios billetes que, según señaló, sumaban veinte mil bolívares-.
Pinilla aprovechó para llamar a las autoridades a que tomen medidas contra los menores de edad que están trabajando en el principal puerto terrestre de San Cristóbal y les quitan el trabajo a ellos. Advirtió que son menores y corren peligro.
Por otra parte, expresó que “hay personas que se molestan cuando les cobran porque dicen que es mucho, pero los carretilleros le estamos cobrando a la gente según la carga que trae: si trae bastante maleta, se le cobra más; cuando es menos la carga, se le cobra menos por el equipaje, porque muchos traen bastante mercado colombiano y eso es más caro”.
Marina Sandoval Villamizar