Se requiere culminar las reparaciones del templo ubicado en Rubio, el cual se encontraba en grave estado de deterioro
Norma Pérez
Para que las puertas de la iglesia Santa Lucía se mantengan abiertas y pueda continuar con su valiosa obra de asistencia orientada hacia las personas en situación vulnerable, se requiere de la cooperación colectiva.
El padre Richard García, quien desde hace varios años está al frente de esta parroquia ubicada en el municipio Junín, donde se desarrolla el programa “La Caricia de Dios”, explicó que no fue posible posponer los arreglos, pues el templo presentaba un grave estado de deterioro, que empeoraba con el paso de los días.
“Las reparaciones en la iglesia eran urgentes, y por las condiciones del techo no se podía esperar más. Para recabar fondos se realizó una vendimia, con la que logramos adquirir el machimbre y el manto asfáltico. Se hicieron otras actividades, sin resultados positivos, y ahora existe una deuda de más de cuatro mil dólares que no hemos podido cubrir”.
Fue necesario cambiar el techo en su totalidad, lo que requirió manto asfáltico, machimbre y manto granulado; a manera de protección, se colocó una cerca de ladrillo alrededor de la iglesia, pues ésta se encuentra ubicada frente a una vía muy transitada, por donde circulan vehículos pesados. También se compró un enrejado para la cerca.
Los trabajos incluyen instalación de canales, reubicación de la cruz de la entrada y hacer las bases para edificar la torre del campanario. Además se encargaron las bancas para la iglesia, ya que tampoco se cuenta con estos asientos para los feligreses.
“Es una labor muy compleja pero necesaria, aún hacen falta seis rollos de manto granulado, color verde, para culminar el techo, que estaba muy dañado, lleno de goteras, por lo que en ocasiones, la lluvia no permitía realizar los oficios religiosos”.
Su llamado es a los organismos oficiales, empresas privadas y a todos quienes deseen apoyar una causa noble, ya que allí se realiza una labor invaluable, como es alimentar a seres que por circunstancias adversas no cuentan con lo necesario para cubrir sus necesidades básicas.
“Requerimos de todas las personas de buen corazón que quieran colaborar con esta obra, debemos responder con los compromisos que adquirimos, cualquier aporte es valioso y redundará en el beneficio de nuestros semejantes, pues así podremos continuar con nuestro programa La Caricia de Dios, que durante años ha ofrecido alimento y asistencia a cientos de personas de escasos recursos”.
Quienes deseen contribuir pueden comunicarse con el padre Richard García, a los teléfonos 0412 7927456 y 0424-7456121. De esta manera, extenderán su acción solidaria a muchos semejantes en situación de desventaja.