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22 de noviembre de 2024
Daniel Pabón
La grey jaureguina se une este miércoles al coro celestial que le canta a Nuestra Señora de los Ángeles en su festividad número 444. El día de la patrona de La Grita sirve de antesala perfecta a la masiva peregrinación de este fin de semana hacia su hijo, el milagroso Santo Cristo.
En la misa pontifical de este miércoles a las 10:00 de la mañana suele darse la bendición de los niños, muchos vestidos de ángeles en pago de promesas, y de mujeres embarazadas. A las 4:00 de la tarde oficiarán la misa criolla, un oficio religioso amenizado con cantos propios de la cultura venezolana. Y al atardecer, la imagen mariana recorrerá el pueblo en procesión.
María de los Ángeles lleva bendiciendo su morada que es La Grita desde el año 1579, cuando el valle del Espíritu Santo apenas contaba tres años de fundación. Es la advocación mariana de más antigua veneración en esta zona de montaña, desde aquellos tiempos cuando los frailes franciscanos establecieron su culto, hasta la reciente coronación canónica, hace 14 años, de esa imagen tan real de la virgen con el niño en brazos.
Este miércoles es apenas el día central de una fiesta que, en realidad, empezó mucho antes, no solo con su novena, sino con otras actividades que sirvieron de preparación a la feligresía local.
El domingo pasado se celebró la bajada de la Virgen, la coronación por parte del párroco, presbítero Sender Hernández, y la serenata a cargo del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles del Táchira, núcleo La Grita. Acompañaron esta velada cultural el obispo auxiliar de San Cristóbal, Juan Alberto Ayala, quien regentaba esta parroquia cuando la Santa Sede comunicó su ingreso al orden episcopal; y el nuncio apostólico en Haití, Francisco Escalante, hijo de La Grita y feligrés de esta parroquia eclesiástica.
Pero no solo acompañaron la serenata los prelados, sino también la réplica peregrina del Santo Cristo de La Grita, que acababa de bajar de Tadea en una nueva edición anual de la Cadeneta de la Fe; una peregrinación en la que todos se toman de las manos y bajan orantes a la ciudad desde el mismísimo campo donde un fraile franciscano talló la imagen del Señor crucificado hace 413 años.
El lunes pasado se cumplió el 54° aniversario de la consagración del nuevo templo parroquial de los Ángeles, de estilo neogótico y construido sobre la vieja iglesia colonial en tiempos de José Teodosio Sandoval. Ese día monseñor Ayala administró el sacramento de la confirmación. Y el martes, víspera de la fiesta patronal, no solo retumbó el homenaje de las bandas show de las instituciones educativas del municipio a María de La Grita, sino que también el Concejo Municipal de Jáuregui realizó una sesión solemne en honor a la patrona.
Es tradición que la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles sea sacada de su templo para que, con el camarín del Santo Cristo, los cargadores le reverencien un saludo durante la procesión del 6 de agosto. Este 2023 ese simbolismo traerá novedad: no será solo el encuentro de la madre con el Hijo, sino que María acompañará el resto de la peregrinación, hasta que el patrono y protector del Táchira sea regresado en hombros hasta su casa tradicional que es la basílica del Espíritu Santo. Otra razón más para los miles que procesionan a los pies clavados del Rostro Sereno.
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