Freddy Omar Durán
Luego de 10 años regresó al estado Táchira el profeta Niño del Ticoporo, llamado Fortunato, con su particular mensaje, una indumentaria fuera de lo común que no ha pasado desapercibida, y por supuesto la larga barba que dice de su sagrada misión.
Es un andariego que se queda a dormir donde puede y se alimenta de lo que la caridad le ofrezca; que no obstante, ya no necesita estar en cuerpo presente para transmitir su mensaje, pues ahora dispone de las redes sociales para tal fin.
Se hace llamar el Niño del Ticoporo, pues este es el nombre de un pajarito que va de rama en rama, con el propósito de vida de anunciar la segunda venida de Cristo.
Este fin de semana su zona de predicación ha sido Zorca Providencia, Zorca San Joaquín, Campo C y El Valle, a las afueras de San Cristóbal, donde ya lo reconocen y le brindan la caridad que él necesita para no desmayar en su cruzada.
“Tengo una esencia y una excelencia. Nací en un municipio de Boyacá, con la esencia de Israel y parte de mi corazón en la República Bolivariana de Venezuela. Un saludo misericordioso, amable y bondadoso a la Ciudad de la Cordialidad y los dos Capachos. Aconteció que aquí tomé una cruz pesada, y la llevé a Higuerote, recorriendo en 40 días 350 kilómetros, y me iban siguiendo en mi caminar”.
Su tarea la enfocó en anunciar la segunda venida de Cristo y construir la segunda Arca de Noé, en una conversación que por momentos adquiere calidad de ensalmo:
“Voy enseñando del que no sabe, también aprendiendo del que sabe, dar un buen consejo al que lo necesita, corregir al que está equivocado, dar un consuelo al afligido y triste, orar por los vivos y difuntos, ser tolerante a los defectos de las demás personas. Amando y queriendo a los niños y a las niñas que son el ejército visible para mí en el camino. Esto es caridad, esto es humildad, esto es grandeza para mí, porque el Señor me llamó para estar entre los grandes”.
Dijo que ha recorrido, además de Venezuela, zonas de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Chile y Argentina. Y que incluso se ha introducido en lo profundo de la selva amazónica.