Freddy Omar Durán
Después de estar paralizadas las ventas por una medida provisional asumida por el Gobierno nacional, el mercado de las motocicletas en San Cristóbal ha intentado volver a la normalidad.
Aunque administradores y dueños de este tipo de negocios han preferido no dar declaraciones sobre el tema, lo que se ve al interior de esos negocios es potenciales clientes preguntando precios, en tanto la motocicleta sigue siendo el medio de movilización más soñado por los tachirenses, en vista de los altos precios que implica un automóvil incluso usado en buenas condiciones.
Durante alrededor de un mes, y sin que se precisara el motivo, se suspendió la venta por parte de las ensambladoras, aunque se hablaba que esto guardaba alguna relación con la fabricación de las placas, mientras que otros lo relacionaban con la tensión electoral.
Como informaron empleados de estas empresas, durante este largo tiempo sin vender motos, la atención al cliente se dio con normalidad, y se enfocaba en el comercio de repuestos, y brindar información a quienes seguían interesados.
Si bien una vez levantada la restricción la llegada de lotes de motocicletas a San Cristóbal y la actividad dentro de los concesionarios devino en normalidad, sí se establecieron ciertas exigencias a los compradores, anteriormente obviadas, como presentar cédula original, RIF y licencia para conducir no vencida.
Entre esos posibles compradores estaba el señor Jairo Medina, quien afirmó que estaba considerando seriamente adquirir una moto, no tanto por la comodidad de traslado, sino porque pensaba seriamente aprovecharla para su emprendimiento, que implicaba la atención de clientes en varios puntos de San Cristóbal. Es decir que la motocicleta se ha convertido en una herramienta importante para el venezolano en modo supervivencia.
–Al principio no me gustaban las motos porque son muy arriesgadas; pero ahora tengo que depender de las ventas, y eso me obliga a multiplicarme. Además que te facilita las cosas en tu trabajo, es menos costoso para la gasolina y el mantenimiento si lo comparas con un automóvil. Hay quienes incluso teniendo carro, prefieren las motos para ciertos viajes— afirmó Medina.
La Asociación de Industriales, Fabricantes y Ensambladoras de Motociclos (Aifem) de Venezuela certificó recientemente ese gran interés por las motocicletas y ha asegurado que para el 2024 se espera ensamblar entre 500 mil y 600 mil unidades de motos, un 100 % frente al 2023.
Entre los mil dólares y 1.600 dólares está el margen de precios de una motocicleta de paquete para el uso del ciudadano común. Sin embargo, quien quiera lujo, puede superar los 10 mil dólares, y mucho más allá.
Y si no cuenta con esa cantidad, se ha abierto un mercado de financiamiento que te permite pagar por dos años, a través de cuotas que van desde los 50 dólares, y con mínimos requisitos. Ese financiamiento es ofertado por los propios negocios de motocicletas, que puede cubrir el 50 % por ciento, e incluye el seguro, o por terceros que dan préstamos especiales para este rubro.
Requisitos para la movilidad
Según el INTT, el Reglamento Parcial para el Uso y Circulación de Motocicletas sigue vigente, desde 2011, y es de obligatorio cumplimiento para quienes se movilizan en este tipo de vehículos. En el mismo se insiste en el obligatorio cumplimiento de:
*El Registro Nacional de Vehículo, el cual es competencia del INTT.
*Placa visible.
*Portar el Seguro de Responsabilidad Civil vigente.
*Portar el Certificado Médico vial de 2° Grado vigente.
*Demostrar solvencias en el pago de multas e impuestos.