Rosmary Mendoza Jaimes es integrante de la comunidad del barrio La Palmita, pero también abogó por el sector Matadero y la Fortuna, donde requieren con urgencia cisternas de agua para poder lavar las viviendas y limpiarlas del lodo que las cubre en su totalidad.
“Necesitamos que traigan agua para poder limpiar las casas, así como personas con palas que ayuden a remover y retirar los escombros, también agua potable, porque no se cuenta con ningún servicio básico”, resaltó, mientras ayudaba a sacar enormes cantidades de barro de una de las viviendas afectadas.
Otro requerimiento urgente son los medicamentos para quienes padecen enfermedades crónicas y perdieron todo; por lo tanto en estos momentos no pueden seguir su tratamiento.
“En el sector hay muchos niños de familias a las que el río les dañó todos sus enseres. Así que hace falta donativos de ropa, alimentos no perecederos. Cualquier ayuda no está de más, es para personas que se quedaron literalmente en la calle”.
Destacó que no hay agua, tampoco gas ni energía eléctrica y que es imposible cocinar. Además el estado de las casas es el peor, llenas de barro, ramas, piedras y otros escombros.
Un aspecto que señaló es que la gente no puede habitar las viviendas y debe dormir en la calle, “porque se han pedido colchonetas para ubicarlas en un refugio pero no han llegado. Ya han pasado más de 24 horas desde la tragedia y no se ha recibido esta ayuda. Las personas se quedaron fuera de sus casas a cuidar lo poco que les quedó porque hay quienes se aprovechan de esta circunstancia y hacen saqueos”, finalizó./Norma Pérez.