La resaca navideña de San Cristóbal fue un miércoles de varias bombas de gasolina cerradas, pero igualmente siendo puntos de partida de colas más o menos largas en espera del combustible.

Yoeily Hernández era la primera en una estación de servicio de La Concordia. Mientras esperaba, tejía un mantel blanco con amarillo. “Prefiero aguantar aquí la gandola, porque en Michelena son cuatro días de cola para poder surtir el tanque”, comentó. Allí mismo, estimaron los bomberos, el despacho tiene frecuencia día por medio, por lo que confiaban que llegara este miércoles.

Ese era el panorama generalizado entre 10 y 11 de la mañana del día después de la Navidad: gasolineras sin servicio en La Concordia, la avenida Carabobo, la 19 de Abril, Barrio Obrero y la Guacara. En este último punto esperaba con su carro Ángel Duque: “Aquí estoy a riesgo, porque no hay información de nada”, dijo, sin soltar el volante.

La hilera de vehículos para estaciones de servicio como la que está frente al Colegio Don Bosco, en plena avenida 19 de Abril, empezaban en la calle 15 con carrera 19, a unas cuantas cuadras de distancia.

Otras, también en sectores como La Concordia, sí tuvieron suministro y operaron este miércoles bajo supervisión policial.

En el interior del Táchira el panorama no es distinto: fue una Navidad con colas en poblaciones como La Grita, donde la gente sigue contando más de un día para llenar el tanque. Como gritó un señor, parafraseando una famosa gaita, al verse fotografiado: “Así es nuestra Navidad”.

Daniel Pabón