Regional

Vecinos de Barrio Obrero claman por seguridad y agua

5 de enero de 2022

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Así como la plaza María del Carmen Ramírez, conocida como plaza Los Mangos volvió al esplendor de hace unos años con motivo de las fiestas decembrinas, los vecinos de todo Barrio Obrero reclaman no solo la extensión de ese embellecimiento para todo el sector sino la atención a aspectos que han sido descuidados en relación a los servicios públicos.
Una queja, especialmente reiterada por los vecinos al lugar, se relaciona con el servicio de agua, cuyo racionamiento los ha puesto en situación muy crítica.

Lucila de 80 años disfrutando se los cambios de la plaza (Foto/Gustavo Delgado)

–A uno lo dejan un día con agua y luego tres días más sin el servicio. Durante la semana del 24 de diciembre supuestamente estaban haciendo un arreglo y nos dejaron 8 días sin agua. Llegaba un chorrito a una llave que está afuera de mi casa, pero las mujeres que vivimos aquí pues no estamos en condiciones de salud para cargar tobos. La situación es terrible –afirmó Dora Vivas.
Pero la Navidad no solo se vivió en sequía en gran parte de los hogares de Barrio Obrero, pues también la proliferación de vendedores informales se salió de control. Ese fenómeno se destacó y hasta cierto punto se hizo comprensible, desde el año pasado, luego de un fuerte parón laboral que obligó a muchos al rebusque. Pero ese desorden dio pie para dificultar el estacionamiento de vehículos y el paso de peatones, que se concentró en la plaza pero se extendió más allá por calles y carreras.
–En muchos locales que no han vuelto a abrir muchos enfrente pusieron su mercancía y eso se prestó para mucho desorden. Es cierto el derecho al trabajo no se le puede negar a nadie, ni violentarle su derecho al sustento, pero hay que respetar la privacidad de la gente que vivimos en esta zona, pues no se puede olvidar que Barrio Obrero no es meramente comercial sino también residencial. A nosotros nos corresponde nuestro lugar al frente de estacionamiento y como dejaban la mercancía casi sobre la calle, había que pedirles que nos dejaran estacionar nuestros vehículos–dijo
Hubo un tiempo antes de pandemias, apagones y crisis económicas que Barrio Obrero era el lugar de la rumba por excelencia, y por supuesto del ruido, hoy en día más asociado con el auge comercial, especialmente alrededor del su parque más visitado. Esos automóviles con sus cornetas a todo dar y la algarabía a su alrededor ha pasado.
–Hace años inclusive en las fiestas navideñas la gente cerraba las calles. Ahora la gente se va más hacia los alrededores de las licorerías—agregó Vivas.

Plaza bonita

La mayor presencia de personas en la plaza demuestra la receptividad que ha tenido la remodelación recibida en trabajo donde participó el Protectorado del Táchira, el Proyecto Andes en Acción Climática, el Consejo Comunal del sector y la empresa privada aledaña.
De esos cambios positivos disfrutaba en la mañana la señora Lucila de 80 años, quien ve en los mismos positivos augurios de lo que podría ser este 2022.
–Esto está muy bonito. Antes la plaza estaba decaída. Esperamos que esto sea una señal de un año con mucha felicidad y paz—afirmó.
El señor César Salas también agradecía y pasaba una mañana tranquila en el espacio público recuperado; sin embargo insistió en que el Barrio Obrero de gran vida nocturna a altas horas de la noche ha dado paso a una zona en la que transitar después de las 7 de la noche constituye un gran riesgo
–La falta de seguridad es uno de los problemas que más ha afectado a Barrio Obrero, y a eso ha contribuido las fallas de electricidad. De noche es peligroso a partir de las siete de la noche andar por ahí. Han robado en las calles y hasta en las casas, incluso agrediendo a las personas para despojarlos de lo suyo. La gente te cuenta que les quitaron algo, y que para eso los amedrentaron y amenazaron por los cinco mil pesos que cargaba en el bolsillo y el celular. Prefieren no denunciar nada, porque no ven que eso sea efectivo para algo No se puede salir
Y la actividad se los sitios nocturnos y los restaurantes ha bajado mucho, pues ya no hay un ingreso extra que te permita gastar en ellos—dijo Salas.
La gente espera que la pulcritud y decoro actual de la Plaza de Los Mangos no sea flor de un día, que sea permanente y para resalta que precisamente en tiempos de mayor confusión los espacios públicos deben ser remanso de paz para la población
–Ojalá Dios el señor Gobernador nos mantenga en la Plaza de los Mangos un ambiente social bonito, todos los sancristobalenses nos lo merecemos. En medio de tanta angustia, tristezas y pobrezas, tantas enfermedades y tantos que se nos están yendo, es bueno encontrar un sitio donde uno pueda distraerse—agregó Salas.
Freddy Omar Durán