En el marco del centenario de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta y monseñor Juan Ayala visitaron la capital lobaterense para celebrar una misa de acción de gracias e interactuar con la población
Por Juan José Contreras Cárdenas
Al frente de la iglesia en honor a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, de Lobatera, fueron recibidos el obispo del Táchira, Mario Moronta, y el obispo auxiliar Juan Ayala, en visita pastoral que se debió al recorrido que realizan por los diversos municipios, motivado al centenario de la Diócesis de San Cristóbal.
Al ritmo de las melodiosas notas propiciadas por los músicos de la Banda Municipal Sucre, el párroco del pueblo, Melquiades Pérez, junto a representantes de la Alcaldía, Prefectura, Concejo Municipal, cuerpo de policía, Protección Civil, Cáritas Parroquial, así como diversos representantes de la sociedad civil lobaterense, recibieron a los ilustres obispos.
A sus excelencias, Moronta y Ayala, se les ofreció el hisopo con agua bendita en el atrio de la iglesia, allí los obispos asperjaron a los ciudadanos para bendecirlos. Se abrieron las puertas del templo, niños caracterizados como ángeles, niñas como la Virgen, así como ciudadanos de Lobatera, caminaron hacia el altar. Los obispos hicieron una breve oración en silencio ante el Santísimo y fueron al presbiterio.
El párroco de Lobatera, Melquiades Pérez, destacó la conmemoración de los cien años del nacimiento de la Diócesis de San Cristóbal. “El recuerdo de esta creación tiene que ser causa de justo júbilo para nosotros, por una razón religiosa, y por una razón patriótica” dijo. Un pendón dispuesto en una de las columnas de la iglesia muestra a todos los obispos que ha tenido el Táchira, el padre Pérez aludió a cada uno y resaltó que “A luz de sus virtudes pastorales nuestros obispos han brillado y continúan brillando con la intensidad y belleza de los luceros”.
Por su parte, monseñor Mario Moronta habló de la devoción en Lobatera por la Virgen de la Chiquinquirá y por Nuestra Señora de Las Mercedes, y agregó que la localidad “tiene una característica muy particular, que es la tierra del peregrinaje de la Virgen de Chinquinquirá, desde Colombia a Maracaibo, y por eso, desde hace varios siglos, se ha convertido en este sagrario, del amor, de un pueblo a la Madre de Dios”, y hacia ella fue dirigida su oración.
Posteriormente se llevó a cabo la misa de acción de gracias por los cien años de la Diócesis de San Cristóbal. Y luego un encuentro con los grupos de apostolado, Cofradía del Santísimo Sacramento, Cofradía de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. Ministros de Eucaristía, Legión de María, Catequistas y Cáritas Parroquial. Monseñor Mario Moronta y monseñor Juan Ayala también conversaron con los niños participantes de la catequesis junto a sus padres y representantes
Son los primeros cien años de la Diócesis de San Cristóbal y la interacción de los obispos con los ciudadanos sigue concretándose a lo largo del estado Táchira, como un símbolo de motivación y esperanza, aludiendo a la frase del papa Francisco: “No nos cansemos de hacer el bien”.