Regional

…y La Nación alzó el Pellín

20 de octubre de 2017

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“Constreñidos por la ausencia del Estado de Derecho y las más elementales garantías, debemos apelar a la inteligencia y a la habilidad para no ceder nuestro derecho a comunicar”, dijo Macky Arenas, laureada como Personaje del Año

[mks_dropcap style=»letter» size=»100″ bg_color=»#ffffff» txt_color=»#000000″]U[/mks_dropcap]na lluvia enlagunó Caracas al atardecer del miércoles. A las afueras del aula magna de la Universidad Católica Andrés Bello, en Montalbán, algunos que declaraban a la prensa desde un set de alfombra y reflectores la interpretaron como bendiciones que caían del cielo para los 26 venezolanos que, venidos del occidente y de los andes, del llano y del oriente, se unieron a los de la capital para recibir el Premio Nacional de Periodismo Monseñor Pellín 2017.

En la puerta de la casa, su anfitrión: el presbítero y periodista Pedro Pablo Aguilar, director ejecutivo del Departamento de Medios de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Venezolana, repartió bienvenidas estrechando la mano a cada invitado que ingresó al recinto.

Tras una apertura musical de danza nacionalista, Anna Vaccarella se abrió paso entre dos filas de bailarines que ondeaban banderas nacionales. La merecedora del galardón en las ediciones de 1998 y 2005 tuvo, ahora que el Pellín reapareció luego de una pausa de 12 años, la responsabilidad de conducir la gala.

Y lo hizo con absoluto dominio de ese escenario académico donde tiempo atrás se tituló con honores.

A ese escenario invitó al cardenal Baltazar Porras, quien ofreció palabras de recibimiento. El más reciente purpurado de la Iglesia venezolana conoció al epónimo del galardón, monseñor Jesús María Pellín, siendo seminarista. “Era un hombre enamorado de los medios de comunicación”, recordó sobre el legendario director del diario La Religión.

La estatuilla está conformada por un árbol estilizado que representa a Jesucristo como el árbol de la vida, y una medialuna con un círculo en el centro que hace alusión a la teoría mcluhaniana de la Aldea Global que revolucionó la década de los 60, cuando también se inscriben los orígenes del premio.

Junto a Diego Padrón, presidente, y Víctor Hugo Basabe, secretario general, esa simbólica estatuilla la entregó a Diario La Nación monseñor Mario Moronta, segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana. Y, claro, obispo de San Cristóbal.

Mientras los nombres de Omaira Labrador y Daniel Pabón aparecían en la pantalla led, Vaccarella argumentaba que “Fiestas y Devociones del Táchira”, la edición 48ª aniversario que dirigimos y coordinamos, respectivamente, “es un trabajo que promueve la fe popular, pues compendió las historias y tradiciones de 29 fiestas patronales, las cuales representan a los 29 municipios del estado Táchira”.

Esto fue lo que valoró el jurado -ocho integrantes, sacerdotes y comunicadores, entre veteranos como José Visconti y jóvenes como Dereck Blanco, quienes revisaron más de 150 postulaciones de todo el país- para conferir a Labrador y Pabón, y a través de ambos a todo el equipo periodístico de Diario La Nación, la categoría ‘Esfuerzo editorial del año’ y, así, apuntar por primera vez su nombre en la historia de casi medio siglo del Pellín.

También en el área de prensa, el periódico de los tachirenses compartió honores con la institución zuliana que es Panorama. Su periodista desde hace 11 años Keila Vilchez recibió la mención ‘Trabajo periodístico del año’ por contar cómo promover valores con ejemplo.

Cuando Eduardo Rodríguez Giolitti subió con el equipo de su programa radial ‘A tiempo’, improvisó una selfi a la que incluso se sumaron Vaccarella, monseñor Moronta y el cardenal Porras (está en el Instagram del periodista y escritor, para mayores señas). Unión Radio, la actual casa de los dos recordados anclas de Venevisión, mereció el galardón ‘Radio del año’.

Por el ‘Documental del Año’ dio la cara el maestro Carlos Oteyza, historiador y director de cine que se lució con la pieza “José Gregorio Hernández de carne y hueso”.

El nativo digital HispanoPost resultó distinguido en la categoría ‘Periodismo de investigación’ por el reportaje “Los garimpeiros de Caracas buscan oro”. Esta edición del Pellín igualmente reconoció par de trabajos dedicados a la figura del papa Francisco: uno, del reportero Daniel Díaz-Vizzi, en Globovisión; y otro, del ancla de noticias Claudia Hernández, en Televen.

Los dos intermedios musicales remarcaron el sello venezolanista de la ceremonia. Primero cantó Annaé Torrealba, nieta del maestro y también homenajeado Juan Vicente Torrealba. Después salieron a escena los muchachos de Solo Ensamble quienes, en opinión del padre Aguilar -también productor del premio- “llenaron de alegría al auditorio” con humor y virtuosismo.

Justo después de que los invitados intentaran onomatopeyizar ‘El espanto’ y aprenderse ‘El gavilán trabalenguas’, el Pellín premió el área televisiva: María Iginia Silva, de Globovisión, Periodista del Año; la muy aplaudida Macky Arenas, de la misma casa, Personaje de TV del Año; y Globovisión, Canal del Año, cuya estatuilla levantó su propio presidente, Raúl Gorrín.

Arenas, para muchos la periodista que mejor domina la fuente Iglesia en el país, pronunció el discurso de orden. Recordó que comunicar es tanto un oficio como un don. Agradeció a los obispos por la valentía en la denuncia. Sobre los nuevos medios, enlazó que cada bienaventuranza cabe en 140 caracteres. Y llamó a los premiados a servir a la verdad.

“El Premio Monseñor Pellín no es solo una distinción, sino que, al evocar a ese gran valor del periodismo y de la Iglesia, nos invita también a emular sus virtudes. Él tenía una clara conciencia de que el periodismo es modelaje, lo cual implica una forma de liderazgo y, por lo tanto, un compromiso muy serio, alejado del divismo y la superficialidad”, razonó la también socióloga.

Como ella, en 15 entregas también se han llevado a casa la estatuilla verde Nelson Bocaranda, Marta Colomina, José Visconti, Vladimir Gessen y Roberto Giusti, entre otros.

Con el compromiso de seguir comunicando esperanza, los laureados del Premio Nacional de Periodismo Monseñor Pellín 2017 se juntaron al cierre de la gala para la foto de familia. Había escampado en Caracas, pero en el aula magna de la UCAB ahora llovían aplausos.

Daniel Pabón