Aunque hay precios para todos los gustos, y cada negocio intenta ofrecer facilidades de pago, lo cierto es que los gastos oftalmológicos es otro de los rubros que escapan de las posibilidades de gran parte de quienes apenas dependen de un suelo para sobrevivir.
Sea cuestión de lujo o una necesidad impostergable, las ópticas aún cuentan con una clientela cautiva; pero cada vez más cautelosa a la hora de escoger precios, intentando un equilibrio de estos y la calidad.
Pero ni aún lo más barato se puede ajustar al salario mínimo integral pues los precios van en ascenso desde los 8 millones de bolívares hasta remontarse alrededor de los 50 millones, y un plus ultra, ya si lo que se quiere es ostentación.
De otra parte, lo más barato no siempre garantiza la calidad y la duración que el cliente deseara, por lo que se puede hablar que el promedio del precio de una montura, más o menos ajustados a las expectativas, no baja en promedio de los treinta millones de bolívares.
En abril las monturas más económicas ya estaban despuntando el millón de bolívares por lo que podemos hablar de un aumento en menos de tres meses del 800%.
Las personas que usan lentes, como recomiendan los especialistas, deben cambiar la fórmula cada cierto tiempo; otras, deben reponer los que están en evidente estado de deterioro; sin embargo, si alguna de ellas pertenece al gran sector de la población que devenga un salario mínimo integral, lo mejor que pueden hacer es quedarse con los “viejitos”, a menos que de manera gratuita se les proporcione a través de la asistencia médica del Estado Nacional, las gobernaciones o fundaciones benéficas.
A esto hay que agregarle el precio de los cristales correctivos, en principio equivalente al de las monturas, pero con una variedad, ajustada al problema visual de cada paciente, o de la pretensión estética, cuando el producto solo tenga tal uso.
Por supuesto si se quiere un aditamento adicional, tipo antirreflejo, o para protección solar, se incrementa el presupuesto.
También cada negocio puede ofrecer un examen visual gratis, siempre y cuando ellos se encarguen de la confección de los anteojos; sin embargo, otros lo adicionan a la factura, fluctuando entre los 800 mil y el millón de bolívares.
Es decir que en total el costo de los lentes no podría ser inferior a los 20 millones de bolívares.
Consultados algunos dueños de ópticas que prefirieron omitir su nombre, se conoció que todavía en el país hay proveedores que venden en bolívares, y un otorgan un tiempo prudencial para el pago.
Afirmaron que se intenta que el paciente no pague de una el producto y cancele un abono del 30% pudiéndosele esperar por quince días o hasta un mes. Destacaron que el servicio y la asesoría al paciente se mantiene en los altos estándares de siempre, pues la idea es que salga con un producto que lo satisfaga y no sea en el futuro motivo de inconvenientes, algo más delicado aún tratándose de la salud visual.
Freddy Omar Durán