Reportajes y Especiales
23 de Enero de 1958: 60 años en que los sancristobalenses expresaron júbilo por el derrocamiento de Pérez Jiménez
23 de enero de 2018
Hoy se cumplen sesenta años del derrocamiento de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, un período en el que muchos exaltan como de transformación del país, por las carreteras y obras monumentales que construyó, pero hay quienes llaman la atención sobre la falta de libertades.
El abogado e historiador Luis Hernández Contreras, cronista de San Cristóbal, habló de ese momento en el que “para el general Marcos Pérez Jiménez todo parecía normal. Su gobierno, iniciado con el desconocimiento de la voluntad popular ejercida en las elecciones del 30 de noviembre de 1952, había transformado al país. Claro está, sin partidos políticos, sin libertad de prensa, sin oposición y con el apoyo absoluto de las Fuerzas Armadas. La “transformación del medio físico, filosofía del Nuevo Ideal Nacional, como calificó su mandato, había llenado al país de carreteras y obras monumentales que bien se requerían. También anunciaba haber disminuido el 20 por ciento de la delincuencia”.
“A cambio de esto, la libertad del pueblo coaccionada a través de terribles medios de opresión, como la Seguridad Nacional. Había sido tan provechosa su gestión para algunos, que el gobierno norteamericano del presidente Eisenhower lo condecoró con la máxima orden otorgada a un mandatario extranjero. Para el mundo, Pérez Jiménez era el mejor gobernante de América Latina”.
Un poco de historia
El historiador resumió los últimos tiempos de dictadura en el aumento del poder del gobernante, su enriquecimiento “desmedido”, el proyecto de reelección de 1957 reemplazada por el plebiscito para continuar en el poder, que “coartó una vez más la voluntad popular y aumentó el descontento en muchos sectores de la población”. Recordó que monseñor Rafael Arias denunció en la pastoral de mayo “la cruel realidad del país, sectores militares fueron perseguidos por la Seguridad Nacional
y los índices económicos habían disminuido debido al gran nivel de inversiones que el Estado había hecho en todos los órdenes. Además, América Latina estaba viendo caer sus dictaduras, como las de Colombia, Perú y Argentina, por mencionar algunas”.
Señaló que tras el triunfo del plebiscito, Pérez fue proclamado el 20 de diciembre, “y el descontento militar andaba en marcha, surgió apenas amaneció el primero de enero de 1958. Se inició una tensión indetenible y el general emprendió la destitución de funcionarios como el ministro Vallenilla y el jefe de la Seguridad Nacional, Pedro Estrada. Pero ya era tarde para remediarlo, la situación llegó a tal término que el gobernador del Táchira, Antonio Pérez Vivas, primo del dictador, fue nombrado ministro de Relaciones Interiores el día 13”.
Apuntó que la prensa nacional dejó de salir, los universitarios y los liceístas se plegaron al gran paro nacional convocado por la Junta Patriótica que decidió “enfrentarse al régimen, mientras líderes en el exilio como Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Rafael Caldera unían esfuerzos para la necesaria unificación que podría originar la salida del régimen”.
Táchira: entre las fiestas de enero
Y mientras tanto en el Táchira, todo parecía normal dentro de la temporada de las Fiestas de Enero, pues “la prensa y los inocultables informes que por distintas vías se recibían desde Caracas, mantenían a un grupo al tanto de lo que verdaderamente sucedía. El propio Pérez Jiménez había asumido la titularidad del Ministerio de la Defensa y el militar capachero, coronel José Teófilo Velasco, suplía a Estrada en la dirección de la Seguridad Nacional”.
—Con la partida de Antonio Pérez Vivas, el secretario General, Homero Moreno Orozco, asumió la Gobernación del Táchira y el dieciocho, la orquesta de Luis Alfonzo Larráin actuó en los bailes organizados en el Club Social de la Casa Sindical de San Cristóbal. La Fiesta de Enero había comenzado y se inauguraba con la presencia de delegados de los ministros de Agricultura y Cría y de Fomento, la Exposición Agropecuaria del Táchira con motivo de las festividades de San Sebastián.
Señaló el historiador que “algo grave sucedía, pues ningún funcionario de alto nivel había llegado a la capital tachirense. El 22 de enero se publicaron los comunicados del Ministerio de Relaciones Interiores y del Ministerio de Transporte y Comunicaciones que llamaban a la población a mantener el orden público. Nada podía contener la fuerza de la historia. La caída de Pérez Jiménez era un hecho y algunos sostienen que podía mantenerse en el poder, pero el militar prefirió no derramar más sangre”.
Fue entonces que el dictador ante la presión de los altos estamentos militares, abandonó el poder y huyó a República Dominicana con su esposa, sus hijas y tres ministros, en la “Vaca Sagrada”, el avión presidencial.
El Gobernador para el Táchira
Hernández relató que las circunstancias decidieron que el oficial de mayor rango asumiera el poder del país el cual asumió el contraalmirante Wolfgang Larrazábal, y en San Cristóbal, la Gobernación la asumió provisionalmente el coronel Luis Brea Boyer, comandante del Agrupamiento Militar Nº 1 del Táchira.
—La prensa publicaba los primeros decretos emitidos por la Junta Militar de Gobierno Nacional y los líderes regionales de la naciente democracia, los doctores Francisco Romero Lobo, Teófilo Labrador Rangel y Alfonso Ramírez Castillo, en representación del Comité Cívico de San Cristóbal, se reunieron con un grupo de oficiales en el Comando del Agrupamiento Militar Nº 1.
Señaló que “la alegría desbordada de la población no pudo contenerse. En la Plaza Bolívar de San Cristóbal, más de cinco mil personas expresaron su júbilo por el derrocamiento del gobierno de Pérez Jiménez”.
No obstante, la Fiesta de Enero proseguía, cumpliéndose sin faltas su programa. El 24 se efectuó, como si nada sucediera, la subasta agropecuaria en el Parque de Exposición. El 29, el coronel Miguel Méndez Salas se encargó de la Gobernación del Estado Táchira, hasta que la Junta de Gobierno presidida por Larrazábal designó al mayor Santiago Ochoa Briceño como gobernador. El 31 de enero tomó posesión ante el juez Superior Primero en lo Civil, Rafael Parra León.
(Marina Sandoval)