Porque es fundamental ofrecer una oportunidad a la vida que apenas comienza a dar sus pasos en este mundo, se unieron voluntades y esfuerzos para abrir las puertas de un comedor de atención social y brindar una comida al día a setenta niños de la parroquia Bramón, en el municipio Junín.
Los beneficiados con este programa son pequeños provenientes de hogares golpeados por la precariedad, donde a su corta edad ya han sido víctimas del hambre y las ollas vacías. Allí las carencias sustituyeron al bienestar.
El esfuerzo conjunto de la Asociación Civil “Amigos de Junín”, que preside Francisco Gamboa, el Club de Leones de Bramón, cuya presidenta es Nubia Fajardo, y la Fundación “Alimenta la solidaridad”, dirigida por Melisa Zambrano, permitió concretar esta acción bienhechora para atenuar un poco la situación de estos pequeños y sus padres, quienes ven en este respaldo una oportunidad para apaciguar sus necesidades.
Valores y responsabilidad
La presidenta del Club de Leones de la parroquia Bramón, Nubia Fajardo, explicó que en primer lugar se llevó a cabo un censo en siete sectores, se seleccionaron 107 niños y personal especializado llevó a cabo la evaluación de cada caso. De acuerdo con los resultados, se escogieron los 70 infantes que ahora disfrutan del beneficio.
Durante esta pesquisa detectaron un número considerable de niños con índices de desnutrición, los cuales viven en condiciones inapropiadas: “En un sesenta por ciento de los hogares solo se cuenta con la figura materna; en dos casos, la mamá se fue y están con el papá; hay tres niños que quedaron huérfanos y los cuida la abuela”.
Por medio del programa se atienden menores con edades comprendidas entre los dos y once años. El comedor se inauguró hace una semana y ese día se les sirvió un hervido con carne y pollo, alimentos inaccesibles para la gran mayoría. La comida se prepara y los padres o representantes deben acudir a retirarla, pues debido a la pandemia se deben evitar las reuniones y aglomeraciones.
“Nos regimos por un menú elaborado por nutricionistas. La Fundación ‘Alimenta la Solidaridad’ nos entrega la proteína y productos secos; nosotros buscamos las verduras y el gas; que en esta oportunidad lo proporcionó Jorge Parra Niño, propietario del local donde funciona el comedor”.
En la cocina colaboran cada día tres madres, así como miembros del Club de Leones de Bramón: “Involucramos a los representantes porque el programa también debe ser educativo, inculcar valores, responsabilidades y sentido de pertenencia con el comedor”, indicó.
Para concluir, manifestó que están agradecidos con Dios por haber podido desarrollar este proyecto con el respaldo de toda la comunidad de Bramón: Y felices de ver cómo estos pequeños reciben agradecidos el alimento, tan escaso en su hogar”.
Presente la gratitud
Yamile Roa es una de las madres cuyos hijos, de 9 y 7 años, se benefician con el programa del comedor. Sus condiciones no son las mejores, es madre soltera, trabaja como personal de apoyo en la escuela “Jesús Redentor”, pero su sueldo no le alcanza para cubrir todos los gastos que se generan en su hogar.
Habita en un rancho hecho con láminas de zinc, en condiciones poco aptas; son muchas las carencias que debe afrontar con sus pequeños.
Para ella es muy importante este aporte que recibe para la alimentación de sus niños, y para retribuir de alguna manera es voluntaria en el comedor para ayudar a preparar los alimentos. Allí cuentan con su disposición y colaboración. Se hizo presente la gratitud.
Norma Pérez