Reportajes y Especiales
Alta intervención humana acarrea disminución de la biodiversidad
22 de mayo de 2021
La ONU entiende por diversidad biológica la amplia variedad de plantas, animales y microorganismos existentes, pero también las diferencias genéticas dentro de cada especie, así como la variedad de ecosistemas que albergan múltiples interacciones
POR Daniel Pabón
En el Parque Natural Paramillo – Jardín Botánico UNET, un laboratorio natural a los pies del Parque Nacional Chorro El Indio, en San Cristóbal, pudieron constatar la presencia de dos especies de mariposas, la Heliconius cydno y la Heliconius melpomene, que se “hibridizan” naturalmente y producen una descendencia completamente fértil. Es decir, a diferencia de las mulas (un híbrido infértil entre el burro y el caballo), las mariposas híbridas del Jardín Botánico del Táchira son capaces de cruzarse con cualquiera de las dos especies “padres” y, lo que es más interesante, son capaces de hacerlo entre ellas mismas.
Lo que también hace particularmente interesante a las mariposas híbridas de este jardín botánico es que su apariencia resulta ser extremadamente similar a la de otra especie de mariposa presente en Colombia (Heliconius heurippa) y que sin duda es el producto de un proceso de hibridación entre Heliconius cydno y Heliconius melpomene ocurrido en ese país hace unos 300.000 años. Así, lo que se observa hoy día en el Jardín Botánico del Táchira es una nueva repetición, actual, de un proceso de especiación que ya ha ocurrido otras veces en el pasado y, al mismo tiempo, una oportunidad única en el mundo para entender un proceso muy poco conocido.
Historias como esta, que repasa Sulay Zapata, responsable del Jardín Botánico – Parque Natural Paramillo, cobran especial interés este sábado, Día Internacional de la Diversidad Biológica, entendida esta como la variedad de especies animales y vegetales en su medio ambiente. El Táchira siempre se ha caracterizado por poseer una riqueza en cuanto a diversidad biológica, pues cuenta con diferentes zonas de vida dentro de esa riqueza natural.
Comprender la dinámica de la biodiversidad en el planeta, es decir, entender los procesos que determinan el aumento (ejemplo, especiación como el caso de las mariposas), pero también la disminución (ejemplo, extinción) del número y tipo de especies que se encuentran en una región determinada, es un objetivo importante, en opinión de la también docente e investigadora de la línea Biodiversidad en la UNET, donde imparte la unidad curricular Botánica.
“La alta intervención humana viene acarreando una excesiva disminución de la biodiversidad tachirense, encontrándose la pérdida de especies forestales producto de la tala por la falta de conciencia de la ciudadanía implicada en el hecho”, lamenta Zapata. Otro hecho importante es la poca consideración de las especies en peligro de extinción como los helechos arborescentes (Cyatheaceae), pinos lasos (árbol emblemático del Táchira) y orquídeas, entre otras, todas presentes en los andes tachirenses. De la conservación de la flora depende la integridad del ecosistema.
Necesidad de proteger
Al hablar de los factores o elementos que amenazan esta biodiversidad a escala local, la ingeniero agrónomo de profesión, con maestría en producción vegetal y doctorado en educación, indica que, efectivamente, existen zonas de vida en los diferentes bosques premontanos que han sido destruidos, en gran parte, por el uso de estas tierras con fines agrícolas y de pastoreo y, más recientemente, por la construcción de complejos habitacionales y comerciales, además de los invasores de terrenos que talan el bosque con fines de extraer madera y posteriormente establecerse en el lugar.
“Como consecuencia de estas políticas abusivas y destrucciones contra estos sistemas vegetales y su ambiente, solo quedan algunas pequeñas manchas boscosas aisladas representativas de esta vegetación original, las que en el pasado debieron ser comunidades de bosques continuas”, comenta.
Uno de estos relictos boscosos, posiblemente el de mayor superficie y diversidad de especies de plantas, es este situado en Paramillo, adscrito a la UNET, conocido actualmente como Parque Natural Paramillo. En esta zona, la Universidad consolidó un programa de investigación como lo es el Jardín Botánico espacio natural (con las comunidades de especies nativas de la zona), jardín de plantas ornamentales y medicinales y la creación de un herbario regional, donde se conservan muestras botánicas de la rica flora del Táchira.
Todo este complejo que implica el jardín y el herbario son “aula natural abierta”, que permite impartir enseñanza acerca de la flora regional, y estudios relativos a la ecología, dinámica, funcionamiento y conservación de estos sistemas de bosques. Esto lo convierte en un bien de valor incalculable para el Táchira.
En el Jardín Botánico reposan las colecciones a nivel de herbario (colecciones muertas) y colecciones vivas (especies bajo diseño de jardín que enriquecen su vegetación propia). También cuentan con una colección amplia de insectos representativa la fauna insectil propia del Parque Natural Paramillo y diferentes zonas de vida del Táchira.
Allí habitan especies vivas que ameritan cuidados, como los morrocoyes, el lombricultivo, especies de serpientes y especies vegetales. Por eso el comprometido equipo de trabajo, a pesar de la pandemia, asiste semanalmente a hacer mantenimiento a jardines, propagación de plantas, alimentación de animales y colecciones de museos. No están exentos de limitaciones, pues fueron víctimas de robo en diciembre en cuanto a herramientas de trabajo agrícola, equipos y techos de infraestructura. Por el ambiente y su biodiversidad, no se detienen. “Cada día, sumamos esfuerzos”, dice Zapata.
200
especies, e incluso más, han logrado identificar en la variada riqueza del bosque húmedo premontano del Parque Natural Paramillo. Y aún falta trabajo de investigación por realizar en cuanto a plantas epifitas, trepadoras, especies arbóreas, arbustos, hierbas, plantas inferiores y helechos.