Después del mega apagón, ha sucedido un régimen de cortes eléctricos, algunos anunciados u otros imprevistos, alternados con verdaderas caídas intempestivas del sistema, pero en la población ha resultado difícil distinguir el momento en que han bajado la cuchilla y en el que una falla lo apagó todo
Por Freddy Omar Durán
Llevar una cronología de fallas y los planes de administración de cargas resulta a veces un asunto tan “oscuro” como los apagones mismos a los que han sido sometidos los tachirenses, que se han visto sometidos a cortes, prolongados durante horas, en parte porque los “accidentes” y las “disposiciones técnicas y administrativas” se confundían, o en parte porque cierta sombra informacional no permite fijar oficialmente los hitos de una crisis que ha agudizado la ya vivida, producto de la pandemia del covid-19.
Lo cierto es que, para muchos, el sentido del tiempo se paraliza cada vez que la luz se ausenta; y para muchos otros, desde el día en que se instauró un régimen de apagones, hasta la actualidad, ha transcurrido una “eternidad” y, como toda “eternidad”, pareciera no tener fin. De otro lado, tenemos los imponderables bajonazos de energía, tan nocivos para tantos artefactos en los hogares.
A partir de noticias difundidas en los principales diarios nacionales y regionales, así como el tráfico en las redes sociales, y los boletines emitidos por los entes administradores de cargas en el país, se puede reconstruir una mirada retrospectiva de lo ocurrido
2018: Se despide ese año con temores de un megaapagón. Grandes apagones nacionales se registran el 22 de febrero, 11 de marzo, el 23 de julio, el 14 y el 18 de diciembre, así como el 15 en octubre, siendo este especialmente intenso, pues se prolongó por 20 horas en el Táchira. Este apagón se debió a la explosión en la planta Subarenosa del estado Carabobo. San Antonio y Ureña se vieron especialmente afectados durante todo un día a finales de julio.
AÑO 2019
7 de marzo: El primer megaapagón de ese año y el más largo de la historia de Venezuela, que duró casi una semana en muchos puntos del territorio regional, el cual además trajo bloqueos en las telecomunicaciones. Si bien en el Táchira no hubo situaciones que lamentar; en algunos estados de Venezuela ocurrieron algunos saqueos.
25 de marzo: Se reedita el megaapagón, esta vez por cuatro días, y le precederían otros, el 29 de marzo por 3 días y el 4 de abril, de menos de 24 horas. Relaciona el Gobierno nacional tales eventos a ataques terroristas a la represa del Guri.
9 de abril: el Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica anunció el Plan de Administración de Cargas (PAC) con el objetivo de regular el Sistema Eléctrico Nacional, que contempla cortes de tres horas diarias. Se estableció para el mismo un periodo de un mes, aunque prácticamente se extendería hasta comienzos de la cuarentena.
22 de julio: Quinto megaaapagón, nuevamente adjudicado oficialmente a un ataque electromagnético, responsabilizando a Washington del mismo, y que dejó inoperativo al 60 % de la conexión de internet.
24 de diciembre: Navidades atípicas, a la luz de las velas, tuvieron que pasar muchas familias tachirenses, mientras algunos informes técnicos aseguran que ese año habrían ocurrido más de 23 mil fallas eléctricas en todo el territorio nacional.
AÑO 2020
14 de marzo: A razón del avance global de la pandemia del covid-19, el Gobierno nacional implementa una cuarentena, que conllevaría, sin anunciarse oficialmente, una “tregua” en el régimen de apagones por apenas una semana en el Táchira, pues para el 26 del mismo mes regresarían con una frecuencia de tres por día, e incluso en una seguidilla de 8 horas.
5 de abril: Corpoelec da a conocer un nuevo programa de racionamiento que estipula cortes diarios de 3 horas, e incluso dos días de la semana sin los mismos.
14 de abril: Durante ese mes, no menos de 6 horas duran los apagones diariamente, alrededor de 70, de los cuales al menos 8 abarcaron todo el territorio regional. No obstante, dos sucesos importantes ocurrirán el 14 de abril, con una extensión de 8 horas y una anulación total de las telecomunicaciones. Se hace popular aquel dicho “sin luz me acuesto y sin luz me levanto”. Las fluctuaciones también preocupan a la población en medio de una cuarentena que no hace posible recurrir al servicio técnico para la reparación de los electrodomésticos. Graves limitaciones al teletrabajo, que en un principio se constituyó como una alternativa de ingreso económico para muchos.
16 de junio: El plan de racionamiento para el Táchira ahora abarca lapsos sin fluido eléctrico oficial de 6 horas, que de alguna manera se venía aplicando desde mayo. Para el mes de julio se establece un nuevo cronograma, con cortes de 12 horas
20 de julio: El Protectorado del Táchira emite una disculpa pública por una serie de apagones consecutivos que se generaron a partir de una falla en San Agatón. Aunque aparentemente hay un programa de administración de cargas, las quejas generales a través de las redes sociales apuntan a que el mismo se aplica de forma que no permite ajustarlo a la rutina del tachirense, afectado por otras carencias como la falta de gas, lo que, por ejemplo, impide en muchos hogares la preparación de alimentos.
31 de agosto: Respecto a julio, agosto fue especialmente intenso respecto a cortes eléctricos, con al menos 60, tantos como los que se presentaron en el mes de junio. Las fuertes lluvias del mes parecían prometer una flexibilización en la administración de las cargas, lo que a la larga no solo no se daría, pues lo que vendría sería aún más rudo para los tachirenses
26 de septiembre: Pese a que el mes comenzó con una semana de aparente tranquilidad, incluso con días enteros con el servicio en pleno, a lo largo del mismo, y hasta los primeros días se octubre, se ha desatado no solo una tormenta de apagones, sino de peligrosas fluctuaciones, y para muchos ha marcado un nuevo récord, con días en que los “alumbrones” no han pasado de 6 horas.