A propósito del Día Mundial del Agua y el inicio hoy en Nueva York de la Conferencia Mundial, TalCual junto a Diario La Nación, El Impulso, El Tiempo, La Mañana, Yaracuy al Día y La Verdad unieron esfuerzos, una vez más, para mostrar las particularidades y complejidades de las fallas en el suministro de agua potable en San Martín (Caracas), Barquisimeto (Lara), Las Delicias (Anzoátegui), Pueblo Nuevo (Falcón), San Judas Tadeo (Táchira), San Felipe (Yaracuy) y Belloso (Zulia).
En agosto de 2022, el primer mandatario Nicolás Maduro prometió que para finales de año estaría solucionada la falta de agua en el país. Llegó marzo del 2023 y no solo la promesa no se cumplió, sino que las fallas en el suministro del líquido han empeorado en varias regiones.
En Venezuela este es un problema que suma más de cuatro lustros y que presenta distintas aristas y complejidades, de acuerdo a la entidad: almacenar y cargar agua se ha convertido una tarea diaria para todos los venezolanos, en los cuatro puntos cardinales del país.
De acuerdo a la ONG Agua Sin Fronteras, 90% de la población venezolana está afectada por deficiencias de acceso al agua potable. 19,1 millones de personas reportan interrupciones severas en el suministro del servicio y el 75,9% de la población debe recurrir a fuentes alternativas para abastecerse de agua.
Los medios TalCual, ElImpulso.com, El Tiempo, La Mañana, La Nación, Yaracuy al Día y La Verdad unieron esfuerzos, una vez más, para mostrar las particularidades y complejidades de las fallas en el suministro de agua potable en San Martín (Caracas), Barquisimeto (Lara), Las Delicias (Anzoátegui), Pueblo Nuevo (Falcón), San Judas Tadeo (Táchira), San Felipe (Yaracuy) y Belloso (Zulia).
En esta primera entrega se presentan las realidades de: Las Delicias (Anzoátegui), donde habitantes de este sector deben caminar largos trechos, con baldes, botellas y hasta botellones de 25 litros a cuesta, para abastecerse del líquido; Barquisimeto (Lara), ciudad en la que han proliferado las tomas de agua clandestinas; Pueblo Nuevo (Falcón), donde improvisan carretas para cargar el agua que sacan de embalses; y la avenida San Martín de Caracas, en la que un hidrante de los bomberos surte a los vecinos de la zona con anuencia de las autoridades locales, pero bajo la condición de no declarar a la prensa.
Llenar un contenedor de agua de 200 litros con una cisterna puede costar entre dos dólares y diez dólares, dependiendo de la entidad y de la agudeza de la escasez.
Créditos: Rubmar Perdomo (El Tiempo), Roison Figuera (TalCual), Lisbeht Barboza y Danilo Sarmiento (La Mañana), Enrique Suárez (El Impulsocom)