Reportajes y Especiales
Desde Colón todos los años le agradecen dos milagros
6 de agosto de 2021
Daniela González
Hace 21 años, Santo Cristo de La Grita escuchó las súplicas de una madre que clamaba salud para su pequeño hijo, que nació con epilepsia. Hoy está sano totalmente y acompaña a su familia a orar desde casa. En el 2009 decidieron peregrinar, iniciando la ruta desde San Juan de Colón, Ayacucho, hasta La Grita, para más que pedir agradecer por los milagros concedidos.
Marisela Zambrano de Sanguino, junto con al menos veinte integrantes más de su familia y otros amigos, se preparan para iniciar el recorrido cada año, mientras que su esposo Edwin Sanguino Quintero, es quien da aliento a aquellos caminantes que van quedando sin fuerza en la vía empinada del Santo Cristo de La Grita, sin embargo, este año, pese a la pandemia del Covid-19 no será posible. La familia acudirá al templo más cercano para orar y agradecer.
Marisela Zambrano tiene el compromiso de continuar su devoción ante el milagro concedido, aunque este año la peregrinación sea virtual, su fe y su amor continúan intactos.
“Tengo un hijo que tenía un problema de salud desde su nacimiento, y yo se lo ofrecí al Santo Cristo, mi bebé sufría de epilepsia, hoy tiene 21 años de edad y está completamente sano” contó la mujer.
Dos milagros en su núcleo familiar.
Maribel Contreras Pereira, asegura que ella también recibió la bendición del Santo Cristo de La Grita, pues como toda madre pide por la salud y el bienestar de sus hijos. Contreras relató que hace seis años tuvo un grave accidente en su casa.
“Desde ese momento yo decidí iniciar la peregrinación para que él me hiciera el milagro, yo le pedía que me lo salvara y me lo entregara sano, a mi hijo le salió fractura de cráneo y de muñeca, gracias al Santo Cristo me lo sanó de eso” relató Maribel.
La curiosidad lo convirtió en devoto
Mientras que Edwin Sanguino, esposo de Marisela, recuerda que la primera vez que acudió al Santuario, fue por curiosidad porque el año anterior su papá había ido y al él contar la historia y sus vivencias tras visitar al Santo Cristo de La Grita, le habría despertado curiosidad.
“Cada vez que él llegaba y contaba la historia de Santo Cristo, se ponía a llorar, y yo siempre le decía que ¿por qué lloraba?, y sí es verdad, no sé si es el esfuerzo cuando uno va llegando, la primera vez yo llegué cansado a la iglesia y me puse a llorar, uno siente una energía inexplicable al ver y sentir la fe y entrega de las personas llegando al templo” contó Edwin.
Tienen la esperanza de ir al Santuario
Al no poder ir a peregrinar hasta el santuario por la situación de la pandemia, Alba Quintero de Chacón, también miembro de este componente familiar, asegura que junto con hija Mariana Chacón y el resto de su entorno acudirán la iglesia La Esperanza de San Juan de Colón, para orar y agradecer, mientras que esperan coordinar para trasladarse en un vehículo hasta La Grita, municipio Jáuregui, para no dejar perder la costumbre que año tras año realiza la familia.