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7 de septiembre de 2024
Fabiola Soiré Moreno, archivera especialista en organización y administración de archivos; miembro honorario de la Academia de la Historia del estado Táchira; historiadora del archivo de la Alcaldía de a Cristóbal, conserva muchos objetos sobre la Feria de San Sebastián.
La intención de Fabiola Moreno, archivera especialista en organización y administración de archivos de la Alcaldía de San Cristóbal, trabaja para que el evento de enero pueda tener un Museo de la Reina, de la Feria, para mostrar fotografías, vestidos usados por las ganadoras, las coronas, algunas bandas entre muchas otras cosas.
— ¿Desde cuándo la reina de la Feria Internacional de San Sebastián no usa la capa y el cetro?
— María Auxiliadora Chacón, una joven de San Antonio del Táchira, suplantó a Ysley Varela quien fue la reina de la feria en 1991, pero ella deja la corona porque se casó. Hay fotos donde la señorita Chacón se le ve llevando puesta la capa, y el cetro en sus manos. Al año siguiente, 1992, tenemos fotos de María Alejandra Angulo, quien tiene el cetro en sus manos, pero no usa la capa. Desde allí en adelante dejaron de llevarse como parte de la indumentaria de la reina.
— ¿Qué pasó con la primera corona oficial de la Feria?
— Yo la tengo. Me la dio el papá de Isley Fortoul, quien ganó en el año 1969. Es la primera corona oficial que se usó los años 1966, 1967, 1968 y 1969, durante cuatro años. Es parte del resguardo ferial.
— ¿Cuántas coronas ha tenido el evento de enero?
— Hasta el año 2006 fueron seis coronas oficiales de la feria. Yo resguardo dos entre las cosas del museo, otras las tiene el instituto de feria.
— ¿Cuántos vestidos ha recibido de las exreinas de la FISS?
— Tengo 25 vestidos bajo mi cuido y custodia, tanto de desfiles como trajes de gala, y cuando se monta una exposición, algunas exreinas me los prestan, porque ellas los quieren conservar.
— ¿Qué más conserva para mostrar en el Museo que no tiene sede?
— Hay muchas cosas, todas valiosas: Fototeca de la Feria, el archivo histórico de la feria, la colección de programas de feria, de afiches de la feria… El museo no es solo de las reinas, son muchas cosas, el archivo histórico sobre todo es muy valioso.
— ¿Es muy difícil el poder tener sede para este museo?
— Me encantaría montar una exposición a lo grande, en la próxima edición, tengo en mi mente que sea en el hotel de ferias El Tamá, abierto al público, sin costo alguno. Un museo que se muestre todo de manera elegante y muy bonito. Sería los vestidos, el archivo histórico de la feria, de la feria internacional, que lo conservo. Me encantaría poder tener sede propia pero no es fácil. La cultura es muy dura de manejar en la parte política.
— ¿Lo ha planteado a la actual administración?
— Esta administración ha demostrado interés en rescatar muchas de las cosas que yo tengo, esperemos que Dios lo permita, para dejar todo en manos de alguien que ame toda la historia del municipio San Cristóbal como la amo yo. Para los 60 años quiero algo grande.
— ¿Hay aportes de objetos de las personas?
— Se han recibido cantidad de objetos que estaban en manos de personas particulares. En la medida que la idea del museo se fue desarrollando, y la gente vio resultados, comenzaron a colaborar y las donaciones llegaron y aún continúan. Si quieren aportar algo, llévenlo a la sede de la alcaldía.
El trabajo de Armando Hernández
En un trabajo escrito por el colega periodista Armando Hernández y publicado el 16 de enero de 2022, se lee que esta iniciativa de Fabiola Moreno comenzó “por los años setenta, cuando se enteró que un local del Concejo Municipal de San Cristóbal iba a ser utilizado como depósito y, para habilitarlo, alguien dio la orden de echar a la basura las cosas inservibles que allí había. Eran cosas cargadas de recuerdos, vinculadas a la feria y sus actividades, que indolentemente fueron a parar a un basurero, donde se perdieron de manera irremediable”.
Ella, apenas si pudo llegar a tiempo para recuperar algunas fotografías y dos o tres pequeñas cajas, contentivas de facturas sobre gastos realizados durante las primeras ferias, entre otros documentos. Molesta, indignada y dolida, no podía entender cómo alguien, sin saber lo que hacía, dio tal orden, que hizo desaparecer una importantísima parte de la historia ferial, desechando objetos que no le pertenecían en lo personal, sino que formaban parte del patrimonio histórico, artístico y cultural del municipio.
La archivóloga sabe la importancia de conservar la memoria de la ciudad, pero igual sostiene que debe mostrarse para que todas las generaciones lo conozcan.
José Luis Guerrero
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