Jonathan Maldonado
La fe, la devoción y el júbilo arroparon este viernes a la frontera, tras la beatificación del doctor José Gregorio Hernández. Con una homilía llevada a cabo en la iglesia La Sagrada Familia, en el municipio Bolívar, se dio inicio a la celebración.
Cerca de las 10:30 a.m. fue develada la imagen del doctor en la iglesia. Una manta, color blanco, la mantuvo cubierta hasta el proceso de bendición.
La familia León, devota del Médico de los Pobres, donó la imagen. Los integrantes del grupo familiar rodearon la efigie, junto al párroco Javier Arismendi y algunos feligreses, para proceder a retirar la manta que la tapaba.
Con aplausos y ondeando las banderas del tricolor nacional y las que portan los tradicionales colores blanco-amarillo y blanco-azul, los creyentes, desde las bancas, grababan en sus retinas el acto de fe.
Una vez concluida la misa, una caravana, flanqueada por feligreses a bordo de sus motocicletas, recorrió las calles de San Antonio del Táchira con la imagen del beato.
Cuatro mujeres iban sobre el camión que trasladaba la figura del doctor. La imagen, custodiada por las féminas, estaba rodeada por el tricolor nacional y globos con los colores blanco y amarillo.
Al escuchar las cornetas, los ciudadanos salían a las fachadas de sus casas para venerar al beato. Algunos oraban; otros se persignaban y también estaban quienes, simplemente, aplaudían con la fe atada a lo más hondo de sus almas.
San Antonio, sin duda, celebró la beatificación de su doctor. Los altares, sencillos, adornaron el interior de muchas viviendas.