Reportajes y Especiales
Hasta las flores se afectan por exceso de apagones
10 de octubre de 2020
La belleza de las flores actualmente escasea en los obsequios para ocasiones especiales, debido a su costo por la hiperinflación y, además, la ausencia de electricidad impacta la refrigeración, vital para su preservación, en el caso de las tiendas. En Michelena, la única floristería que prevalece lucha para resguardar la belleza de su materia prima, tras varias horas sin luz diariamente.
La floristería de Nancy Rosales ha estado abierta en Michelena por más de 30 años. Actualmente es el único establecimiento que queda de ese tipo en la capital del llamado Corazón del Táchira. Son varias las adversidades que se han presentado, y una de ellas son los cortes de electricidad.
Nancy Navas es la hija menor de Nancy Rosales, con 19 años, es la menor de las cuatro hijas de la florista michelenense. Ella ayuda a su mamá en el negocio, pues sus tres hermanas, y sus siete sobrinos, ya hace tiempo migraron de Venezuela en busca de mejores condiciones de vida.
Las flores tienen que refrigerarse para que duren, y en la floristería de Michelena hay un detalle: “Tenemos un frigorífico para preservar las flores, pero hace un año, debido a los apagones se quemó”, señaló Nancy Navas y agregó que no lo han podido reparar: “Tuvimos que buscar la manera, al menos, de proteger las rosas, que suelen ser las más importantes y las más costosas, así que las mantenemos en la nevera de la cocina”. La joven explicó que le quitaron las repisas que trae en la parte inferior, y en un recipiente guardan las rosas, debajo del nivel de la comida.
Una alternativa que también emplean, dado el clima fresco de Michelena, es cerca de una pared, en el patio, rociar agua fría en el suelo y colocar en recipientes otras flores más longevas. Nancy Navas detalló: “Cada flor tiene una duración diferente, por ejemplo, las rosas refrigeradas subsisten hasta 13 días, sin refrigeración, aproximadamente, cinco”.
Pétalos de fortaleza
Mientras su mamá armaba con experticia un pequeño ramo de rosas en el mesón del patio, fuera de la tienda, Nancy Navas comentó que con los años tuvieron que diversificar: “Se empezó con flores, más adelante se añadieron otras cosas. Cuando estaba aquí, mi hermana mayor hizo varios cursos de arreglos con globos y decoraciones, y de ahí en adelante a todas nos nació y aprendimos. Ahora cualquier arreglo, uno lo hace”.
Las mujeres de Michelena han enfrentado varios inconvenientes, pero son ejemplo de entereza y han salido adelante. Su fuente de abastecimiento de flores es el páramo del municipio Michelena y el de El Cobre, en el municipio José María Vargas. La ausencia del combustible es un reto.
“Con el tema de la gasolina ha sido una odisea. A veces nos han traído las flores, cuando bajan de la montaña, con la moto apagada, o nos las mandan con otras personas conocidas, porque los mismos distribuidores de flores no tienen combustible”, comentó Navas.
La ahora clásica Floristería, Quincallería y Variedades Nancy, de Michelena, subsiste mayormente por la venta de globos metalizados de números y cumpleaños, entre otros detalles.
Sobre los despachos, Nancy Navas afirmó: “Antes se vendían hasta cincuenta paquetes de rosas a la semana, ahora se dejan unos cinco o menos, y hasta se llegan a perder, por lo de la electricidad, ya que no se venden igual de rápido”.
Al término del arreglo de rosas que confeccionaba su mamá, Nancy Navas también concluía su declaración: “Todos sabemos lo difícil de la situación, y lo difícil para el comerciante, pero hay que mantenernos en pie, levantarnos, darnos ánimo a nosotros mismos y salir adelante, porque nadie lo va a hacer por nosotros. En algún momento esto tiene que pasar, y darse un cambio, porque no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista”. Es la impresión de la joven, que anhela ver florecer una nueva Venezuela.
Juan José Contreras