Reportajes y Especiales
Mamá y en el extranjero: así celebran el Día de las Madres
10 de mayo de 2020
Leoner Hernández
Hoy, la mayor parte de occidente celebra el Día de las Madres, una de las pocas fechas mundiales que no requiere de explicación. Sin embargo, en 2020 muchas de las costumbres asociadas a la fecha quedaron en el aire por las medidas derivadas de la propagación de la COVID-19. Nada de abrazos, besos o contacto físico.
Pero en el caso venezolano, el Día de las Madres tiene también otra connotación para más de 5 millones de personas que, según Acnur, está en otras naciones: el distanciamiento es por la diáspora, no la enfermedad. Ecuador, Chile y Argentina son, precisamente, tres de los países con más connacionales de la región y, allí, las madres también conmemoran su día, pero no como estaban acostumbradas:
Universidad sin fin
Onelia Romero salió de Venezuela rumbo a Chile en un vuelo que tomó con la ayuda de su hija, Marina. En Santiago de Chile, Marina esperaría a su madre luego de dos años sin verla, pero con la certeza de que la espera no sería más prolongada. El tratamiento médico que Onelia necesitaba en sus rodillas, además, requería de una atención que en Venezuela no conseguía.
Para irse, Onelia, de 72 años, dejó atrás a hermanos, sobrinos y amistades de toda la vida. En cambio, se reencontró con su hija y su dos nietas, de 4 y 6 años. Además, también está más cerca de su otra hija, Elena, residente de Argentina.
«Nunca se deja de aprender a ser madre. Con las circunstancias que sea, nosotras siempre vamos a seguir juntas estemos donde estemos», dice Onelia. Eso sí, también reconoce que la vida del migrante no es sencilla y parte de eso supone estar pendiente de lo que ocurre en su país natal. «Por ellos, uno también duerme o deja de dormir tranquilo».
Onelia notó el cambio de contexto casi de inmediato. Aunque ya no vive en primera persona los problemas venezolanos, aquellas festividades, cumpleaños y fechas que para ella eran importantes, ahora lo son más pese a la distancia. “No voy a mentir: siempre he sido sensible con todo lo que tenga que ver con mi familia. Aquí en Chile me di cuenta de muchas cosas que no se les da tanto valor en su momento, pero sí son importantes”, puntualiza.
Un día a la vez
A casi 800 kilómetros al sur vive Luz Hernández, una venezolana que salió vía terrestre de Maracaibo para llegar a Buenos Aires con sus dos hijas y su pareja en 2016. Luz sabía que el viaje era largo, de unos cinco días, y que el cuidado de sus hijas debía ser minucioso para que el trayecto no les pegara tanto. Pero eran las tres en Venezuela, o las tres en Argentina. No había fracciones.
“Uno hace y deshace para que ellas estén bien. Yo no me podía ir sola, con ellas pequeñas y sabiendo cómo está el país. Eso no podía hacerlo”, dice Luz. Y claro, al llegar a un lugar nuevo, buscar trabajo y un hogar estable eran sus prioridades básicas tanto para ella, como su pareja. “En el camino vamos consiguiendo algunos problemas y soluciones. Eso es lo importante, tratar de solucionar para no quedarnos pegados”.
Para Luz, el Día de las Madres significa todo lo que siempre ha escuchado: una fecha para consentirlas no una, sino muchas veces, como cada día. Por eso, Luz busca siempre estar en contacto con su mamá, por más de que últimamente la cosa se les ha complicado. “Todos los días intento llamar por WhatsApp a Maracaibo para hablar así sea un rato con mamá. Sé que es difícil por los cortes eléctricos y el internet, pero siempre estamos pendientes, así sea con mensajitos”, dice.
Como si fueran muchos
Un caso similar al de Luz es el de Jorgelis Mendoza, una trujillana de 21 años que salió por la frontera con Colombia el 20 de junio de 2018. Su destino era Quito, aunque hizo una escala de dos semanas en Bucaramanga. Al poco tiempo de llegar a Ecuador, Jorgelis dio a luz a Jesús David, su hijo que ahora tiene 10 meses de nacido y por el que ella trabaja a diario como manicurista.
Es de Jorgelis es el primer Día de las Madres y, estando fuera de Venezuela, siente que ya son muchos. El hecho de ser migrante le obliga a dejar atrás aquello de lo que ella más quiere: a su mamá y su abuela. “Este es también mi segundo Día de las Madres que estoy lejos de ellas, las mujeres más importantes de mi vida. En una fecha como esta, es inevitable no sentir nostalgia, aún más con la situación que estamos pasando”.
Por este motivo, Jorgelis trata de conseguir refugio emocional a la distancia con cada nota voz que les pueda enviar y con los amigos que hizo en su residencia, la mayoría de ellos venezolanos. Ellos, dice Jorgelis, le hacen sentir por momentos que está en su casa de Valera. “Y lo más importante es que estoy con mi bebé y eso es tenerlo todo en la vida”, finaliza.
El Día de las Madres se celebra en el mes de mayo, pero no para todos los países es la misma fecha. En el continente americano, Paraguay, Bolivia o República Dominicana lo conmemoran en otra fecha del mes, pero con el mismo objetivo: honrar a las madres que como Onelia, Luz y Jorgelis, merecen ser celebradas.