Reportajes y Especiales
Treinta y dos páginas escritas con devoción
domingo 19 octubre, 2025
Libro de Testimonios atesora la gratitud de feligreses al doctor José Gregorio Hernández
Bajo el amparo de la reliquia del doctor José Gregorio Hernández reposa, en una pequeña mesa de mármol, una libreta cosida de unas cien hojas. Sus tapas forradas por el clásico papel adhesivo, usado para proteger los útiles escolares de los niños, contrasta con la solemnidad de su misión: ser testigo de la intercesión del médico de los pobres.
La grandeza del doctor José Gregorio Hernández siempre radicó en la bondad de un alma sencilla. Esa misma esencia se refleja en el libro que guarda los testimonios de sus devotos. No es un tomo encuadernado con cuero, sino una humilde libreta escolar, cuyo valor proviene de aquellas páginas donde la fe se convierte en tinta y las súplicas en milagros concedidos.
Justo al lado del ajetreo del Hospital del Seguro Social se alza el Santuario Diocesano, consagrado al santo. Dentro de sus muros y bajo el resguardo de su techo a dos aguas de madera, se encuentra el libro celosamente protegido. Yajaira Duque y los servidores del templo son sus guardianes.

Varios de los visitantes del santuario caminan hasta el altar mayor, contemplan la reliquia y bajan su mirada hasta el libro. Un olor a vainilla, proveniente de la orquídea lila que lo acompaña, les da la bienvenida. Toman entre sus manos el lapicero partido y dejan escrito con su puño y letra el agradecimiento o la petición al doctor José Gregorio. Treinta y dos hojas ya atesoran la evidencia y la certeza absoluta de su intercesión ante Dios.
―Este es el documento especial donde las personas pueden plasmar los testimonios de intercesión del doctor José Gregorio. El único requisito es dejar el nombre y el número de teléfono, para poder ser contactado ― explicó Yajaira Duque mientras pasaba suavemente su mano por la portada, allí pegada con cinta adhesiva una hoja dicta la única regla ―La finalidad es dar a conocer a la comunidad en general todos los milagros recibidos.
Los servidores del templo suelen contactar a los devotos para grabarlos en vídeo, de esta forma difunden la devoción a través de las redes sociales del Santuario Diocesano. Yajaira Duque, una señora de voz pausada y mirada brillante, es una fiel servidora desde hace nueve años. Ella ha presenciado en silencio emotivas escenas de agradecimiento y grabó a varios creyentes.
Con una de sus manos pasa suavemente las páginas, la señora personifica la serenidad del lugar, con sus dedos repasa el trazo de una caligrafía redondeada.
―El primer registro lo escribieron el 6 de enero del año 2022, aunque la persona no dejó su nombre, sí menciona que vino desde Bogotá, Colombia, para pedir al doctor José Gregorio su ayuda para Jorge Balforme ―relata Yajaira Duque con su mirada fija en la página ― Nuestro santo siempre aboga ante Dios por la salud de su pueblo. ―Suspira con emoción.
Los manuscritos presentan una mezcla de sentimientos y caligrafías: se observa una letra redondeada, casi perfecta, de alguien cuya paz y agradecimiento por el favor recibido se refleja en cada oración.
Aquel registro contrasta con el trazo tenso y puntiagudo de una escritura desordena y rápida, perteneciente a una madre preocupada por su bebé. Su testimonio, escrito el 26 de septiembre del 2024, relata la mejoría progresiva e inexplicable de su hija enferma, luego de ofrecérsela al doctor José Gregorio Hernández.

Otras anécdotas plasmadas, son apenas un borrón indescifrable de aquellas personas cuya esperanza tenaz resiste a la adversidad de sus problemas. Este cuaderno se convirtió en una íntima recopilación de cartas a José Gregorio, las personas que escriben allí se dirigen a él de diversas formas: querido médico, doctor milagroso, intercesor de la salud, doctorcito y sanador espiritual. Sin embargo, cada oración y párrafo tienen una palabra en común: gracias.
Los manuscritos dejan constancia de una larga lista de diferentes favores cumplidos: predominan relatos de curaciones inexplicables de enfermedades graves, remisión de tumores malignos y sanación de enfermos de COVID durante la pandemia. Entre las historias, resalta el testimonio de Marlene, cuya soldadura inexplicable de su hueso del peroné, totalmente fracturado, la salvo de una compleja cirugía.
También se pueden leer peticiones por el futuro y la protección de familiares. Un padre dejó una plegaria a José Gregorio para poder ver a su hijo como un profesional graduado. Otros familiares dejaron registro de milagritos ofrecidos en memoria de devotos fallecidos.

En una de sus tantas páginas se puede leer:
“Fecha: 17 de agosto 2025
Familia E. A. venimos desde Michelena a entregar unos milagritos ofrecidos en memoria de V. A. al Dr. José Gregorio Hernández por favor recibido.”
La puerta del Santuario Diocesano se encuentra abierta de par en par, una luz cálida y una brisa fresca entran por ella. Yajaira Duque la observa, con una mirada contemplativa, un recuerdo atraviesa su mente y ella sonríe.
―En este momento, se me viene a la mente el caso de una señora sanada de cáncer. Estaba embarazada cuando le dieron la noticia de su enfermedad y ella pidió la intercesión del doctor Hernández. Su plegaria fue escuchada, el bebé nació sano y lo nombraron José Gregorio en su honor. Aunque a ella le hicieron quimios embarazada, ambos salieron bien de todo― narró con su mirada llena de emoción, apretaba el libro entre sus manos, como si abrazara al propio santo.
El libro de testimonios es un reflejo de la vida misma: el punto exacto donde la ciencia rigurosa se encuentra con lo inexplicable de la fe. Yajaira Duque lo cierra con delicadeza y lo deja, suavemente, en la mesa de mármol diagonal al Altar Mayor.
La reliquia del santo vigila, desde lo alto, las 32 hojaws escritas por aquellas personas cuya esperanza y alegría residen en su nuevo santo. En la última hoja escrita reposa el lapicero negro, partido por un lado y con su tinta a punto de terminarse, a la espera de más milagros por escribir. (Mariangel Suárez)