Se trata de una enfermedad crónica y progresiva que afecta a unas 200 millones de personas en todo el mundo.
Cada tres segundos se produce una fractura de hueso a causa de esta patología que no provoca síntomas hasta la primera fractura y se caracteriza por el progresivo debilitamiento de los huesos, reduciendo su espesor y aumentando la probabilidad de que se rompan, o lo que es lo mismo, la masa ósea se destruye a mayor velocidad de lo que tarda en crearse hueso nuevo. Ver también Osteoporosis prevenible desde la adolescencia.
Según la Biblioteca Nacional de Estados Unidos, los factores de riesgo incluyen: el envejecimiento, ser de talla pequeña y delgada, antecedentes familiares de esta enfermedad, tomar ciertos medicamentos, ser mujer de raza blanca o asiática y tener baja densidad ósea.
Para mantener huesos resistentes, la recomendación general es consumir una dieta rica en calcio y vitamina D, practicar ejercicio y no fumar. Es importante también evitar las caídas, la principal causa de fracturas en personas mayores.