De diversas formas puede reaccionar el cuerpo humano con los cambios de clima y sobre todo con las olas de frío son intensas. Cada ser humano, vive su momento de frío independiente de acuerdo a su edad, su salud, su manera de ejercitarse y en el lugar donde se encuentre.
El frío es un importante problema de salud, algunas veces algo olvidado desde el punto de vista médico, posiblemente porque sus efectos indeseables no son tan llamativos como los producidos por el calor.
Aquellos problemas que resultan del frío no tienen un efecto inmediato sobre las personas y en muchas ocasiones, los principales síntomas aparecen a los pocos días de haberse expuesto a bajas temperaturas.
Desde el punto de vista médico, se dice que la disminución de la temperatura corporal se conoce con el término de “hipotermia”. Concibiendo como temperatura corporal normal del cuerpo humano 37ºC, toda medida menor de 35ºC tomada en el recto, se denomina hipotermia.
¿Cómo se produce?
Cuando el cuerpo pierde más calor del que puede generar y habitualmente es causada por una larga exposición al frío. Difícil de medir por la persona, dado que los termómetros que utilizamos en nuestras casas solo nos marcan hasta los 35ºC.
El cuerpo humano no está diseñado para el frío polar. La mayoría de las personas vive en climas templados y tropicales donde el termómetro rara vez baja de los 0 grados centígrados.
Sin embargo, hay poblaciones que se han adaptado a los extremos polares como los inuits en el Ártico canadiense y tribus como los nenets en el norte de Rusia.
¿Cuál es la respuesta del organismo?
El cuerpo humano cuenta con varios mecanismos de defensa para intentar aumentar la temperatura cuando hace frío.
Los músculos tiemblan y los dientes castañetean. Los pelos se erizan y la piel se “pone de gallina”, en una especie de eco evolucionario de la época cuando nuestros ancestros estaban cubiertos de vellos.
“El hipotálamo, la glándula en el cerebro que actúa como termostato del cuerpo, estimula estas reacciones para mantener los órganos vitales del cuerpo, por lo menos hasta que encontremos algo de calor y un refugio.
La misión del hipotálamo es conservar el calor a toda costa, sacrificando incluso las extremidades si es necesario.
Es por eso que sentimos hormigueo en los dedos de las manos y de los pies cuando hace mucho frío. El cuerpo está manteniendo su sangre caliente cerca del centro, restringiendo el suministro de sangre en las extremidades.
En frío extremo y, especialmente, si la piel está expuesta a los elementos, ese efecto puede generar casos de congelación.
El flujo de sangre se reduce y la falta de sangre caliente puede hacer que los tejidos se congelen y se rompan”. Tomado de BBC Mundo”.
La infografía que se presenta resume los efectos principales del Cuerpo Humano cuando se enfrenta al frío.