El niño autista puede asistir a una escuela regular; no obstante, se debe hacer un estudio previo, para luego sí tomar la decisión de llevarlo a un aula de clases
Nancy Porras
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El Dato: Hoy hay más casos de niños con esa condición, pero también más padres que quieren que sus niños sean tratados y preparados para lograr su inclusión social
“El autismo es una condición que está caracterizada por una dificultad en lo que es la interacción social y la comunicación; no es una enfermedad, es lo más importante de entender y, por lo tanto, no se va a recibir un tratamiento para que cure”, así lo definió la psicóloga Odalis Ávila, a propósito de celebrarse este 2 de abril el Día Mundial del Autismo.
Explicó que si hay un diagnóstico de autismo, va a permanecer durante toda la vida de la persona. No es algo que se va curar, porque no es una enfermedad, es una condición con unas características particulares de funcionamiento en un individuo.
— Se puede detectar o diagnosticar a partir de los 18 meses de nacido, y para ello es muy importante la actuación del médico pediatra, sus conocimientos, para que ante cualquier sospecha pueda hacer la respectiva referencia, ya sea al área neurológica o psicológica, a fin de poder evaluar y detectar entonces lo que está sucediendo— sentenció.
Diagnóstico temprano
La intención es hacer un diagnóstico temprano del autismo, poder aplicar el tratamiento en función de proporcionar herramientas y hacer las terapias necesarias que en este caso el niño amerite, con el fin de que vaya avanzando y logre tener un desarrollo lo más abierto posible para su inclusión social, socialización y la escolarización.
La condición se denomina Trastorno del Espectro Autista (TEA), porque justamente la palabra espectro le da una dimensión muy amplia, entendiendo que cada uno de los niños puede ser muy diferente, un caso del otro.
— Incluso, eso es lo que hace que muchas veces las personas digan “no, él tiene autismo, porque tal niño se comporta diferente, pero no entienden que el otro niño posee unas condiciones más marcadas, de repente su interacción social es más limitada que la de otros — aseveró la psicóloga.
Agregó que a veces se piensa que los niños autistas no se dejan tocar, abrazar, pero hay otros que son muy afectivos; entonces, cada uno es muy diferente y es por ello que se pueden categorizar y decir, porque tal persona es de tal manera.
—De allí la palabra espectro, porque los rasgos y las características que puede desarrollar cada uno son muy propios y personales, pero para eso está el diagnóstico clínico, que justamente es lo que va a poder precisar que el niño o adolescente tiene esa condición de autismo— dijo.
Atenderlos pronto
De acuerdo a la psicóloga, es importante hacer el diagnóstico temprano, para ver si el niño tiene dificultad en el habla, como parte de su dificultad de comunicación y brindarle terapia de lenguaje; puede haber problemas motores o de sicomotrocidad, y entonces se le sugiere terapia ocupacional o ver si hay una condición neurológica que amerita medicación.
Precisó que lo importante es ver cuáles son las limitaciones y cuáles las áreas que hay que trabajar, para que el niño tenga un desarrollo evolutivo lo más satisfactorio posible.
— A veces no se hacen estos diagnósticos y podemos ver niños de cinco y más años que ya deben estar en un preescolar, pero no han desarrollado el habla y cuando empiezan a recibir la terapia comienzan a desarrollar su lenguaje expresivo— dijo.
La resistencia, no aceptar
Ciertamente, es bastante difícil porque, como toda situación, sobre todo cuando es el área mental, cuesta aceptarlo, pareciera que es más fácil “que nos digan que tenemos una enfermedad, a que nos digan que es una condición; esto genera resistencia”.
— Cada día se ven más frecuentemente los casos clínicos en donde se detecta el autismo, y las madres y padres son bastantes dados a que sus hijos vayan a recibir la ayuda que amerite el caso; eso es importante — sostuvo Ávila.
Indicó que, cuando no hay aceptación, se debe tratar de dar apoyo a los padres, ofrecerles la información necesaria para que comprendan lo que es esta condición.
Deben comprender que lo más importante es dar herramientas al niño, y a la misma familia, para que tengan conocimiento de cómo manejar la situación y pueda el niño tener ese desarrollo y la mayor participación social posible, en confort.
Asistir a la escuela
Dejó claro la psicóloga que hay niños con esta condición que pueden asistir a la escuela normalmente; sin embargo, se tiene que evaluar, ver cuáles son las características del niño.
En tal sentido, precisó que si se tiene un niño con un autismo con necesidad de ayuda permanente, para poder hacer sus actividades cotidianas, que de repente pueda estar asociado a una incapacidad intelectual baja, entonces es un niño que se le va dificultar mucho más la entrada a la escuela regular
Es por ello que se deben precisar las características y cómo es el trastorno en este niño, para poder definir si puede asistir a la escuela.
Por lo general, cuando se está hablando de un autismo en niveles 1 y 2, donde el niño conversa y aprende, no habría ningún problema de que asista y habría que determinar si requiere o no un tutor para la parte académica.
Explicó la psicóloga que porque se tenga un diagnóstico de autismo no se debe vetar inmediatamente y decir que no puede estar en un aula; no obstante, los docentes tienen que tener la información y la orientación de cómo trabajar con el niño bajo esta condición.