El doctor Roa considera que es probable que Semana Santa  no represente un repunte de casos covid-19 en el estado y el país.

Nancy Porras 

“En Venezuela hay un silencio epidemiológico y se justifica por la baja realización de pruebas; sin embargo, es un hecho también la poca morbilidad y nulas hospitalizaciones por covid-19 en los centros públicos y privados”, declaró Javier Roa, médico infectólogo.

Comparó este comportamiento del virus con la situación que se vive hoy en China, la cual es totalmente diferente, pues allí una cantidad cada vez mayor de personas están cuestionando si las estrategias draconianas (medidas excesivamente severas), y de paso costosas, son necesarias.

En tal sentido, precisó el doctor Roa que el pasado martes, las autoridades de salud en Shanghái reportaron más de 200.000 contagios, desde el primero de marzo, ningún fallecimiento y nueve personas enfermas de gravedad.

Además, las autoridades no han atendido los reportes de contagios masivos ni de fallecimientos en los hospitales para personas mayores.

“Absurdas medidas draconianas, violatorias de los derechos humanos, definitivamente políticas, que no corresponden al conocimiento científico actual”, argumentó el infectólogo.

Al referirse a Venezuela, explicó que el carnaval no representó un repunte en hospitalizaciones y, probablemente, Semana Santa tampoco lo presentará.

“En Caracas, al igual que en todo el interior, desde hace meses, no hay prácticamente ninguna hospitalización en las clínicas privadas por covid-19 y los laboratorios que hacían pruebas en privado están en su fase más baja de muestreo; claro, no se ha reportado la llegada de la variante BA.2 de ómicron”, explicó.

Sin embargo, en esto también tiene mucho que ver la vacuna como herramienta vital para enfrentar el virus.

Al mismo tiempo, aseveró que las pruebas se están dejando de realizar en distintos países y la disminución de casos severos, críticos y muertes han relajado las medidas.

En algunos sitios, los datos que se siguen vigilando son las ocupaciones en terapia intensiva por covid-19 y la mortalidad.

Concluye el doctor Roa que estas cifras son mucho más fáciles de delimitar y pueden de algún modo reflejar el impacto de la enfermedad en su forma más agresiva.