Salud
Fallas en distribución de antirretrovilares impulsa la migración de portadores de VIH
27 de enero de 2018
Las fallas que viene presentando el programa de suministro de tratamiento antirretroviral del Ministerio para la Salud, se ha convertido en motivo de emigración de venezolanos que son portadores del virus de inmunodeficiencia humano (VIH).
Una investigación de campo realizada por la ONG, StopVIH, que dirige en la isla de Margarita, Jhonatan Rodríguez, detectó que se está produciendo un éxodo como fórmula para proteger el derecho a la salud, reseñó El Universal.
Desde el año 2009, el suministro de antirretrovirales es altamente inestable, el acceso de pruebas para detección primaria es casi nulo, no hay monitoreo y control del virus, fallan las fórmulas lácteas para recién nacidos de mujeres con VIH, no hay entrega gratuita de preservativos y en el mercado son muy costosos, además de ser cuesta arriba conseguir fármacos para tratar infecciones oportunistas como tuberculosis, toxoplasmosis, citomegalovirus, sarcoma de Kaposi, entre otras, cita Rodríguez, como fuente de preocupación de las personas que viven con VIH y las probabilidades de llevar una vida estable.
Afirma que los destinos preferidos para quienes deciden irse de Venezuela en búsqueda de tratamiento médico son Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Panamá, Colombia, México, España y Estados Unidos, aprovechando que no poseen leyes, políticas o prácticas conocidas, de rechazo a la migración por condiciones de salud.
Rodríguez refiere que lograron tener el testimonio de varias personas que ya se encuentran fuera de Venezuela, y no solo han podido retomar su tratamiento médico con antirretrovirales, sino que están trabajando, lo cual es muy importante por el tema de los derechos humanos y la no discriminación.
StopVIH logró el testimonio de varios migrantes venezolanos. Luis Meza, diagnosticado VIH positivo en el año 2013, decidió emigrar a Perú tras 6 meses sin recibir sus antirretrovirales. A los 15 días de estar en su nuevo hogar, logró acceder al tratamiento de manera semi-privada y al mes entró al programa público.
“Es sencillo, solo hay que seguir los pasos y dejarse guiar”. Extraña a su familia y sus tradiciones, pero tiene trabajo fijo y estable, lo que le representa calidad de vida.
Otra versión la ofreció Carlos Vásquez, quien se encuentra en Argentina, desde marzo de 2016. Vásquez sabe que tiene VIH desde los 7 años. Asegura que, “en los hospitales públicos de Buenos Aires hay que seguir un protocolo para recibir los medicamentos, pero en las obras sociales y medicina prepaga es más complejo”. Aunque anhela regresar a Venezuela, cree que mientras la situación en el sistema de salud siga tan crítica será complicado pensar en volver debido a su condición de salud.
Igualmente, Daniel Pérez, tiene dos años en España, y casi el mismo tiempo diagnosticado. Emigró por no conseguir su tratamiento en Venezuela, y de inmediato al llegar a España recibió tratamiento y atención médica. “No es nada difícil, aquí en España es un derecho humano y lo respetan”.
10 años trabajando por la salud
La investigación adelantada por la organización se hizo en el marco del arribo de los 10 años de fundación de StopVIH.
A propósito de la fecha, Rodríguez sostuvo que durante esta década, la ONG ha logrado un impacto en más de 4 millones de personas que se han beneficiado directa e indirectamente de cada uno de los programas y actividades que adelanta, para dar respuesta a la epidemia de VIH en el país.
Su eje de acción se ha centrado en las actividades dirigidas hacia la educación, cultura de prevención y atención para niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos en general en Nueva Esparta, alcanzando otras ciudades como Mérida, Maracaibo, Caracas y Valencia, convirtiéndose en referencia en el tema de VIH con campañas como “Cápsulas de Prevención” y “Pura Vida”.
Para Jhonatan Rodríguez ha sido de vital importancia el trabajo en red, creando alianzas internacionales, así como a nivel nacional con la Red de Defensa de Derechos Humanos, sin descuidar la relación en la región insular, con diversas organizaciones y movimientos sociales.