Salud
La tensión arterial debe tomarse con equipos electrónicos validados
9 de agosto de 2023
Nancy Porras
En una reunión científica de carácter académico, la Sociedad Médica del estado Táchira y el Centro Clínico San Cristóbal, bajo la coordinación del doctor Leonardo Ramírez, discutieron la Guía Europea de Hipertensión Arterial para el control y tratamiento del paciente hipertenso del año 2023.
Este material compila más de 1.200 referencias, artículos que muestran evidencia contundente que permite demostrar que la intervención que se hace sobre el hipertenso bajo esas estrategias es efectiva y arroja luces para el seguimiento y tratamiento del paciente hipertenso.
Uno de los puntos básicos de la guía y que resulta un cambio interesante, es la recomendación de indicar tomar la tensión arterial con equipos electrónicos validados, sostuvo el doctor Jesús López, médico internista y presidente de la Sociedad Latinoamericana de Hipertensión.
Cierto riesgo
—Esto se sugiere -dijo- en virtud de que la toma casual en consulta mediante la técnica auscultatoria, exhibe mucha variación de los valores de presión arterial, puesto que está el componente humano en la misma, amén de que la técnica hace que haya una subestimación de los valores de la presión arterial sistólica, entre 10 a 15 mm de mercurio, un diferencial bastante importante.
—Esto hace que el diagnóstico del paciente hipertenso pueda subestimarse o sobreestimarse en caso de que se esté recibiendo tratamiento y el paciente al hacerse una toma de presión arterial en consulta, pudiera el médico pensar que no está adecuado el tratamiento y en consecuencia incrementar sus dosis y esto traería algún problema al paciente.
De manera tal que para el diagnóstico, la guía recomienda la toma de la presión arterial con instrumentos electrónicos validados, igual los de autocontrol de presión arterial.
Se trata de no comprar un equipo que no esté validado y por consiguiente las tomas que se van a obtener serán inadecuadas y entonces el control no será el mejor.
La toma en casa
La toma a domicilio es una técnica muy buena, pero bajo un protocolo que es muy sencillo: “Son siete días que debe tomarse la tensión arterial, dos en la mañana, media hora luego de haberse despertado, cada una con un tiempo de diferencia cercano a los dos minutos”.
Luego en la tarde antes de cenar, repite lo mismo, dos tomas, con una diferencia de dos minutos y anota los valores, empieza el día domingo y termina el sábado, explicó el doctor López.
El médico descarta el primer día y promedia el resto, procedimiento que se acerca más a la realidad que la toma aislada en consulta, puesto que la de consulta no permite la determinación real de los valores de presión porque exhibe mucha variabilidad.
Monitoreo ambulatorio
En cuanto a la metodología que no es sino el monitoreo ambulatorio de presión arterial, que es el mapa, mal llamado Holter, permitirá el registro de la presión durante las 24 horas y su variación entre el día y la noche mostrará la existencia de los valores de presión arterial.
Otro aspecto fundamental del diagnóstico es el tamizaje, es decir, la estratificación del riesgo del paciente, no solo es hipertensión, es estratificar el riesgo, es decir, al paciente se le clasifica de acuerdo con los niveles de presión y la existencia de daño o no de órgano blanco o la existencia de una condición clínica asociada que lo colocará en un riesgo más elevado o menos alto.
En función de esa clasificación obligará a un tratamiento que puede ser más agresivo en el individuo de más alto riesgo que en el de bajo riesgo, explicó el especialista.
Avances en el tratamiento
En cuanto al tratamiento, se sigue con la terapia combinada como estrategia fundamental para el control del paciente, la cual está bien establecida desde hace unos cinco años, antes de la pandemia.
Pero con el añadido de nuevas drogas, como las gliflozinas, los cuales saltaron del control del azúcar al control del riesgo cardiovascular, fármacos que han revolucionado la evolución natural de las patologías, como por ejemplo los riesgos cardiovasculares, infarto y falla renal, inclusive la recuperación de la falla cardiaca, pacientes que tienen una indicación obligatoria, puntualizó.
La guía también añade el seguimiento del paciente hipertenso y se habla de que un paciente cuando va a consulta por primera vez y tiene la presión arterial elevada, tendrá que instituírsele su tratamiento farmacológico.
Se trata de reducir la presión arterial a un nivel menos o igual a 130 mmHG la sistólica y a 80 mmHG la diastólica. “Ese el objetivo meta de control de la presión arterial que debe alcanzarse en los primeros tres meses”.
Una vez en seguimiento debe ir a consulta mensualmente hasta que obligue a la presión elevada alcanzar sus valores de meta; y luego irá a consulta, por lo menos, tres veces al año.