La mayoría de los casos son virales, razón por la que debe haber reposo y mucha hidratación

El Dato: Van dos semanas con repuntes en casos de esta índole

Jonathan Maldonado

Los casos relacionados con diarrea, vómito y malestar general van en aumento en la frontera. A la semana, están llegando al hospital Dr. Samuel Darío Maldonado, ubicado en San Antonio del Táchira, más de 60 casos: de 8 a 9 por día.

“Lo primero que hacemos es suministrarle suero al paciente y darle algún medicamento si hay malestar general”, manifestó el doctor consultado en el centro de salud, quien prefirió no ser identificado.

La mayoría de los casos, según el galeno, son virales, no por bacteria: “La recomendación que le damos al paciente es que se haga una hematología completa, así es más fácil de determinar si se trata de alguna bacteria o si es viral”.

En el momento en el que el equipo reporteril de La Nación se encontraba en las instalaciones sanitarias, no había servicio de electricidad. La mayoría de las áreas estaban a oscuras y paralizadas. Solo emergencias y sala de parto se hallaban operativas, gracias a un conjunto de paneles solares que instalaron las organizaciones internacionales.

El doctor hizo hincapié en la importancia de que en los hogares se hierva el agua. “Mucha gente no lo está haciendo y puede ser un factor que esté influyendo”, manifestó, al tiempo que insistió en el constante lavado de manos.

En estos casos, por ser virales, deben prevalecer el reposo y mucha hidratación: “Las comidas deben prepararse en casa, nada proveniente de la calle, pues la gente desconoce cómo fueron manipulados esos alimentos y, sobre todo, si hubo o no higiene”.

Frente a este escenario, exhortó a los ciudadanos a no automedicarse. “Han llegado pacientes que comienzan tratamientos que ningún médico les ha recetado”, acotó, mientras lamentaba la larga espera por la suspensión del servicio de electricidad, lo cual paraliza las áreas de consultas, prevención y laboratorio.

“Yo sí creo que el agua está influyendo. En San Antonio, por ejemplo, hay tuberías que se rompen y se mezclan con otros tipos de agua. Hay que tener mucho cuidado con lo que ingerimos. Debemos cuidarnos y cuidar a los nuestros”, sentenció.

El hospital de la frontera, recientemente cumplió 42 años en medio de la mística de su personal, la cual no puede ser aflorada al 100 por ciento por las carencias que persisten en implementos e insumos.