El fuego y el humo de los incendios forestales que asolan el sur de California no están destruyendo solo las casas y las vidas, sino que también son un riesgo serio para la salud.
El humo puede irritar los ojos, la nariz, la garganta y los pulmones, y puede provocar tos, estornudos o problemas respiratorios, según la Sociedad Torácica Americana (American Thoracic Society).
El humo puede ser especialmente peligroso para los que tienen enfermedades pulmonares, como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el enfisema y la fibrosis pulmonar, advirtió la organización. También es perjudicial para las personas con enfermedades cardiacas, para las mujeres embarazadas, las personas mayores y los niños.
Las personas de los grupos de alto riesgo deberían preguntar a su médico sobre qué precauciones concretas tomar, aconsejó la sociedad.
Para la población general, las medidas sugeridas para protegerse el humo de los incendios incluyen:
- Limitar la actividad física.
- Permanecer en interiores con las ventanas y las puertas cerradas. Reducir otras fuentes de contaminación atmosférica en interiores, como puede ser el humo del tabaco, las estufas de leña y freír la carne. No pase la aspiradora por ninguna parte de la casa.
- Usar aire acondicionado central o filtros. Poner la calefacción de su casa en modo ventilador podría ayudar a filtrar algunas de las partículas de humo al hacer que el aire del interior vuelva a circular a través del filtro.
- Usar purificadores de aire con filtros HEPA. No use filtros que produzcan ozono, como los «súper oxigenadores».
- Crear una «habitación limpia» en su casa. Elija una habitación que dé al interior con pocas puertas y ventanas y, si es posible, encienda el aire acondicionado o un purificador de aire en la habitación.
- Mantener las ventanas cerradas cuando viaje en un vehículo. Ponga el aire acondicionado y haga que el flujo de aire circule.
Para ayudar a reducir la inhalación de las partículas trasmitidas por el aire, la organización sugiere que se lleve puesta adecuadamente una mascarilla con una clasificación N95 o mayor. Una mascarilla quirúrgica o una sencilla no protege de estas partículas, y ninguna de estas mascarillas protege de los gases peligrosos.
Las personas con una enfermedad pulmonar deberían pensar en la posibilidad de evacuar a áreas con una mejor calidad del aire, según la organización. Las personas con asma deberían seguir tomando sus medicamentos de mantenimiento o de control, o hablar con su médico sobre un plan apropiado.