Sorpresa, dolor, impotencia, causó el fallecimiento de doctor Iván Urbina, el pasado sábado cuatro de mayo, a las siete de la mañana, en la ciudad de San Cristóbal.

Muchos médicos abrigaban la esperanza de que saliera de su cuadro clínico que llevó a los especialistas tratantes a ordenar su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Central de San Cristóbal.

Fue un ser humano que no se rendía ante la adversidad, pero como todo en la vida se cansó de luchar no era fácil, se complicó´, y hoy está al lado de Dios luego de haber hecho tanto bien en este mundo, comentó un médico que tenía años de conocerlo.

El doctor Urbina se graduó como médico en la Universidad de Los Andes, hizo los post grados de ginecología y mastólogo conocimientos que entregó a cada uno de sus pacientes.

Era profesor de la Universidad de Los Andes,  médico adjunto en el Hospital Central, tenía un buen trato con los pacientes, la gente lo apreciaba y respetaba, “era muy educado, afable” creían en él, en su trabajo, donde resaltaba su don de gente, dijo otorrinolaringólogo.

Fue también el doctor Urbina, maestro y ejemplo de las nuevas generaciones de médicos, quienes lo admiraban y respetaban, hoy dicen: siempre pensábamos que iba a salir, pero se marchó, quedan muchas lecciones con él aprendidas.

No solo sus colegas y pacientes, lo apreciaban, también las enfermeras, muchas expresaron su pesar, al tiempo que pedían conformidad y fortaleza para sus familiares.

“Se fue a descansar en los brazos del Señor, fuerza a su familia” escribió en su estado una enfermera del Hospital Central de San Cristóbal. (Nancy Porras)